En su tercera toma de posesión consecutiva como presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Édgar Elías Azar dedicó la mitad de su discurso a hablar de la legitimidad de su relección, tras las críticas recibidas por supuestas anomalías en el proceso, lo que llevó a otros magistrados a interponer juicios de amparo.

A quienes piensan que aún hay flechas en el supuesto campo de batalla, los invitamos a estimar que no es tal, sino un escenario de severidad judicial ejerciendo su democracia interna, y que, en todo caso, es tiempo de recoger flechas y lanzas.

Con la asistencia de 71 de 77 magistrados y la presencia del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, el presidente del TSJDF para el periodo 2016-2018 pidió a los presentes dejar atrás resabios y querellas en el armario, porque es momento de trabajar cada día con fuerza, con decisión y con voluntad conjunta.

A ese acto no asistieron las magistradas Petra Quezada Guzmán y María de Jesús Medel, quienes interpusieron recursos de amparo para impedir la toma de posesión del cargo por Elías Azar.

Tal vez existieron adversarios, que en el plano de igualdad y tolerancia se afanaron... Se trataba de elegir a un primero entre pares, y no otra cosa, y a eso dedicamos en su hora nuestros empeños, dijo entre los primeros fragmentos de su discurso.

Al dirigirse al jefe de Gobierno, Elías Azar remarcó que a pesar de los desencuentros y las disidencias mal encaminadas; a pesar de las pasiones no gobernadas de algunos, en la ciudad de México estará a tiempo la reforma penal, la aplicación de los juicios orales y la participación del TSJDF en la reforma política de la ciudad.

Antes, al ser interrogado sobre la segunda relección de Elías Azar, Mancera dijo ser respetuoso de la autonomía del órgano judicial y de sus procedimientos de elección.

Eso lo determinan los magistrados, que por eso tienen reglas para sus elecciones, señaló al preguntarle en la explanada del Monumento a la Revolución si el magistrado es la persona idónea para encabezar el Poder Judicial local, pese a los cuatro amparos interpuestos para evitar su toma de posesión.

El jefe del Ejecutivo local evadió expresar una opinión sobre el conflicto, y en cambio mencionó que la ciudad tiene un compromiso histórico con el nuevo sistema de justicia que deberá ser implementado totalmente este año. Nunca en la vida de esta ciudad se había tenido un reto tan grande como el que me ha tocado a mí, pero que, dijo, vamos a sacar adelante.