Esta vez no le correspondía pronunciar discursos grandilocuentes para glorificar la transparencia y sus beneficios para la democracia. Sólo como testigo de la firma de un convenio, la presidenta del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Inai), Ximena Puente, optó por huir en cuanto se le interrogó sobre las razones y fundamentos para que los comisionados de organismos se aprobaran y otorgaran un bono de riesgo a finales de 2015.

Esta vez no afloró su tono amable. Optó por evadir todo cuestionamiento sobre el tema y buscar, desesperadamente, la salida de la sede de la Secretaría de la Función Pública, adonde acudió para atestiguar la firma del convenio entre el gobierno de Coahuila y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre buenas prácticas gubernamentales.

Inusualmente seria, la comisionada avanzaba sin inmutarse ante las preguntas. Apresuró el paso para llegar al elevador que la llevara al sótano, donde la esperaba su camioneta.

Sin embargo, esta vez los representantes de los medios de información fueron insistentes y hasta en el sótano de la dependencia la buscaron para solictar que el Inai hiciera explícitas las razones sobre el bono de riesgo y fijara su postura respecto de las descalificaciones que hubo en el Congreso.

Ensimismada, tampoco quiso responder sobre otros temas.

–¿Cuál es su postura sobre el editorial de The New York Times (que cuestionó la falta de rendición de cuentas del gobierno de Enrique Peña Nieto)?

No hubo respuesta.

–¿Considera que el Inai debería tener una postura al respecto?

–Seremos respetuosos de la postura que fije la Función Pública –respondió la coordinadora de Comunicación Social del Inai, organismo autónomo, Leticia Salas, ante el silencio absoluto de Puente, quien apresuraba el paso hacia su camioneta.

–¿En relación con las críticas que recibió el Inai por la aprobación del bono (de riesgo)?

Puente se dirigió hacia su camioneta sin responder.

–¿Van a dar las explicaciones que exigieron los legisladores?

Ya sólo al final alcanzó a expresar una frase al respecto:

Fue transparente la toma de decisión y fue adoptada en una sesión pública.

Por la mañana, el Inai había difundido un comunicado para informar que el organismo desarrollaba una métrica para conocer las condiciones que favorecen u obstaculizan la práctica de la apertura gubernamental.

El 9 de diciembre, prácticamente sin debate, los comisionados aprobaron otorgarse un bono de riesgo. En los considerandos del acuerdo, avalado de manera unánime, se indica: En los procedimientos de recursos de revisión los comisionados tienen acceso a los expedientes que forman o detentan las autoridades, donde existen casos de información estratégica y/o vinculada con averiguaciones relacionadas con delitos de diversa magnitud y trascendencia, por lo que estas circunstancias pueden provocar riesgo a la seguridad personal y familiar de los comisionados.

Por ello se autorizaron un bono de 13 por ciento de su salario, mismo que en los 13 años que lleva operando el organismo (antes Instituto Federal de Acceso a la Información) nunca había sido otorgado.