El coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa, respaldó la decisión del gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreu, de decretar el mando único en 15 municipios de esa entidad. Sostuvo que esa acción se fundamentó en la fracción VII del artículo 115 constitucional, donde se establece que los gobernadores podrán dar órdenes a los policías municipales en caso de fuerza mayor o alteración grave del orden público.

Sin embargo, precisó, esa es una atribución de carácter excepcional, limitada y estrictamente temporal, según consideró la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver la controversia constitucional 92/2010, resuelta el 12 de mayo de 2014.

El perredista subrayó que ese es el criterio de la Corte, es decir, que los gobernadores pueden decretar, dar órdenes en términos de la fracción VII del 115 constitucional, en caso de fuerza mayor y en caso de alteración grave del orden público, pero no puede ser de manera definitiva; por eso tendrá que haber una ley.

Barbosa instó al mandatario a promover una ley estatal que regule el mando único. Es urgente regular en la ley la figura de mando único, o correr el riesgo de incurrir en violaciones permanentes de la autonomía municipal.

El coordinador de los senadores del partido del sol azteca dijo que es evidente que el gobierno federal “ha abandonado la propuesta legislativa que sobre seguridad pública presentó el presidente Enrique Peña Nieto el primero de diciembre de 2014. Lo cierto es que después de la fuga del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, la propuesta de reforma policial local y municipal hecha por Peña Nieto quedó rebasada por la urgente necesidad de incluir las reformas al sistema penitenciario, a la restructuración del sistema policial federal e incluso al sistema de seguridad nacional”.

Acusó que el gobierno federal abandonó su propuesta, ya no tiene interés en que avance el famoso decálogo y decidió impulsar en todo el país, por la vía de los hechos, el mando único, figura que por cierto no le gustaba, porque hay que recordar que la propuesta del presidente Peña Nieto consistía en la formación de 32 policías únicas, una por cada estado, cosa distinta al mando único.