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Ver día anteriorSábado 9 de enero de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México recibe al Papa
M

éxico aún sin lograr realizar, como se anunció, el sueño de sus reformas estructurales, se prepara para recibir al papa Francisco, acontecimiento de gran significado y trascendencia para la vida del país en esta hora, lo que ha despertado grandes expectativas.

Francisco encontrará un México desconcertado por tanta corrupción, mentira y violencia, y otros factores más, pero aún con esperanza; también una Iglesia que no logra definir con claridad nueva su lugar y, por esto mismo, tampoco su misión y su palabra, que pueda iluminar nuestra realidad.

Ante la cruzada nacional en contra del hambre y la pobreza extrema de millones de mexicanos, a pesar de lo que ha logrado, el índice de pobreza y desigualdad ha aumentado, desencadenando un creciente y peligroso descontento en la ciudadanía más depauperada.

La reforma energética hoy se ha topado impotente con los intereses del gran capital financiero y las especulaciones con que maneja los precios del petróleo a su antojo, impidiéndole con esto cumplir sus promesas.

Ante la reforma en la procuración de justicia hay que decir que todo sigue igual. Por una parte, la arbitraria fabricación de delitos mantiene los penales del país llenos de inocentes. Se me concedió el privilegio de ver esto y sufrirlo en el antiguo penal estatal de Cerro Hueco, en Chiapas. Por otra parte, la impunidad permite sistemáticamente que verdaderos delincuentes sigan gozando de una libertad que nadie entiende, como lo siguen gritando Acteal, Ayotzinapa y otros casos más, aún sin respuesta. Llaman la atención en todo el mundo los sorprendentes y misteriosos escapes de grandes delincuentes, desde nuestros penales de alta seguridad.

La reforma educativa. Todos reconocemos que el futuro de un México de justicia e igualdad que asegure un desarrollo sustentable para bien de todos está en una educación nueva, a la luz de nuestra Carta Magna, que nos libere del preocupante atraso educativo que pesa sobre nosotros, nuestros niños y jóvenes estudiantes, real futuro de México. Sin embargo, la han reducido a la sola evaluación de los maestros, sin hablar nadie de transformar realmente la esencia de una educación ya obsoleta. Una reforma educativa que se impone por la fuerza y no por el diálogo no puede augurarnos buen futuro.

Ante esta realidad, admira que el papa Francisco mismo haya definido su programa en nuestro país. Visitará, primero, el corazón de nuestra Patria, la gran capital; aquí, principalmente a María de Guadalupe. Pareciera que él entiende mejor que nosotros, el significado profundo de la tilma del indio Juan Diego, signo, primero, de la cultura y vida de nuestro México de entonces, sometido bajo la dominación y el atropello de una conquista inaceptable. La misma tilma en que María de Guadalupe quiso estampar su Imagen viva, real, tan llena de simbolismos, como signo de un proyecto nuevo de amor, libertad, justicia, independencia y soberanía, para nuestro México que así, comenzó a ser libre y al que ella quiso convertir en su casa.

Después irá Francisco al sureste mexicano, para tocar la realidad de dolor, olvido y marginación de los pueblos originarios, raíz verdadera de nuestra patria. Su palabra será, de alguna forma, nuevo eco del grito, tal vez ya olvidado por muchos: Basta ya de este México desigual, de privilegios para unos pocos y de injusta marginación para muchos. Nos recordará, al mismo tiempo, el proyecto posible de un México en donde quepan muchos Méxicos, o sea, de uno de igualdad, justicia y derecho para todos. Su corazón latino nos invitará a rencontrar nuestra verdadera identidad, la que nos hermana con los pueblos latinoamericanos, para decirnos que nuestra frontera sur no puede ser, de ninguna manera, la frontera sur de la potencia del norte. ¿Por qué?, ¿con qué derecho?

Del sureste viajará a Michoacán, tierra sagrada que han hecho suya, con violencia, igual que otros territorios del país, los diferentes grupos del crimen organizado. Quiere Francisco también tocar con sus manos esta realidad de violencia y máximo sufrimiento en el corazón de los más pobres, situación que ha permitido la ineficacia y complicidad de las propias instancias oficiales encargadas de la seguridad y procuración de justicia, al grado de hacer surgir los diferentes grupos de guardias comunitarias que intentaron, con desesperación, tomar su lugar.

Nuestro papa Francisco sabe por qué, para hablarle a su Iglesia de México, decidió venir hasta las significativas diócesis en la vida de la Iglesia: primero de San Cristóbal, la que fue, en su tiempo, la Iglesia de Fray Bartolomé de Las Casas, el primer obispo defensor de los pueblos indios, la misma que asumió después, y lo hizo bien, jTatic Samuel, y la que ahora acompaña jTatic Felipe. Después visitará la Iglesia de Tata Vasco en Morelia, el obispo defensor de los derechos de los pueblos tarascos. Sin duda, con esto quiere decirnos cuál es la Iglesia que él representa y quiere: una Iglesia pobre con los pobres, para poder ser, desde ellos, una Iglesia al servicio de todos, sin excluir a nadie.

De Michoacán viajará al norte del país, a las tierras de Ciudad Juárez. Quiere ser testigo y tocar el dolor de tantos inexplicables y, hasta ahora, impunes feminicidios, como también la tragedia inhumana que significa la muerte y ejecución de cientos de migrantes a manos de grupos criminales, ante la complicidad de autoridades sin conciencia. Su palabra profética, en su Misa binacional, nos hará sentir que entre pueblos hermanos no debe haber fronteras, sino sólo reconocimiento, respeto mutuo y solidaridad, y nunca dominación y atropello del mayor sobre el más pequeño. Principalmente, que todo migrante, víctima y signo del fracaso neoliberal, es ciudadano del mundo, y que, por lo mismo, para él no hay fronteras, y que nadie puede impedirle el derecho que lo ampara a buscar, en cualquier lugar, la vida que su propia patria no puede darle, consecuencia del injusto sistema capitalista que nos domina.

Papa Francisco: bienvenido a nuestro México, la patria libre de María de Guadalupe.

*Párroco de San Andrés Apóstol, en San Andrés Larráinzar y presidente de jTatic Samuel Ruiz, por una Sociedad más justa, AC