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En entrevista, el autor y director de la Escuela de Escritores de Madrid habla sobre el oficio

Leer y escribir son hoy día actos revolucionarios: Javier Sagarna

En un mundo donde nos quieren con un pensamiento único, suponen un paso grande en el proceso a individualizarse, refiere

Acaba de lanzar su libro Nuevas aventuras de Olsson y Laplace

 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de enero de 2016, p. 7

Javier Sagarna (Madrid,España 1964) sabe que todos tenemos una historia que contar, pero también considera que leer y escribir son actividades absolutamente fundamentales, porque son la base de la construcción del individuo.

El autor y director de la Escuela de Escritores de Madrid asegura que hoy día leer y escribir “no son sólo actos fundamentales, sino prácticamente revolucionarios, porque en un mundo donde nos quieren aleccionados y con un pensamiento más o menos único, la lectura y escritura suponen un paso grande en el acto de individualizarte.

Nadie puede escribir si no tiene algo que contar, y ese algo tiene que ser personal, propio, porque para decir lo que ya dice la televisión no merece la pena escribir.

Sagarna visitó el país en diciembre pasado para participar en la edición 29 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde presentó su libro Nuevas aventuras de Olsson y Laplace.

El autor de libros como Mudanzas, Ahora tan lejos y Rafa y la jirafa señala que la escritura exige un ejercicio de introspección, de autoconocimiento, de búsqueda de nuestros temas, de nuestras inquietudes, emociones y sentimientos, y también requiere reflexionar desde donde miramos el mundo.

A partir de todo eso nos desarrollamos como una persona más completa, más integral; leer nos da esas miradas individuales de otros que nos pueden enriquecer absolutamente. Escribir nos lleva a la búsqueda de una mirada personal, a desarrollar nuestra personalidad.

Javier Sagarna está convencido de que la escritura y el hábito de la lectura inciden en el desarrollo de la sociedad y de que todos tenemos algo que contar, porque nadie mira al mundo desde donde cada quien se encuentra.

Somos capaces de ver desde nuestro lugar, que es único en el mundo; son nuestras historias, no de los demás. Nosotros podemos contarlas bien o mal, pero para hacerlo bien hay que aprender a profundizar en ellas, hay que saber sacar todo su valor a cada historia.

La escritura es un oficio y para ejercerlo se necesita conocer y dominar algunas técnicas.

Enseñar este oficio es la razón de la Escuela de Escritores de Madrid, que dirige Sagarna. Tratamos de enseñar a cada alumno a aproximarse a sus narraciones, a tener un lugar único en el mundo, donde tienen que contar sus historias irrepetibles; luego les enseñamos a narrarlas, ya sea en forma de poema, de guión de cine, de novela o relato.

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Para el autor de libros como Mudanzas, Ahora tan lejos y Rafa y la jirafa, la escritura conlleva un proceso de autoconocimientoFoto Guillermo Sologuren

Asegura que el talento consiste en llegar a esa historias y sacarles todo su valor. “Todo mundo es original, pero a la hora de ponernos a escribir no lo somos, porque no accedemos a esa parte nuestra, personalísima, en la que somos totalmente distintos.

El camino de la escritura es acceder a esa parte donde somos únicos; luego eso hay que combinarlo con el oficio, entender las estrategias, las técnicas, los trucos que permiten relatar y llegar a los lectores de manera emocionante, con toda eso que uno está sintiendo, que acaba en la hoja de papel y en la cabeza del lector.

Para Sagarna, el oficio de escribir es una camino largo que requiere ganas, implicación y esfuerzo. Mencionó que algunas personas, las menos, están determinadas a ser grandes escritores y están dispuestas a invertir horas de trabajo e iniciar una gran travesía hasta que logran serlo.

La escuela de escritores cuenta con el máster de narrativa, que tiene el primer programa de estudios creado para formar escritores. En este programa, de dos años, explica el escritor, decimos a los estudiantes que los podemos dejar al principio de su carrera como escritor, con un proyecto escrito, con un conocimiento, cuyos pilares fundamentales sean la técnica, la creatividad y la sensibilidad.

Javier Sagarna indicó también que en la escuela se forman lectores que escriben y escritores que leen, porque la lectura y la relectura son esenciales en el oficio.

Como cada vez son más las escuelas y programas de escritura que existen en el mundo, el escritor recomienda investigar a los profesores y su calidad, así como que exista un equilibrio entre maestros y autores, ya que escribir muy bien no significa enseñar muy bien.

De acuerdo con Sagarna, en la Escuela de Escritores de Madrid 35 por ciento de los estudiantes son latinos, de los cuales 80 por ciento son mexicanos.