La Comisión Federal de Electricidad (CFE) logró reducir 47 por ciento el uso de combustóleo para generar energía eléctrica en 2015. Esa baja forma parte de la estrategia de la CFE para sustituir combustibles caros y contaminantes, como el combustóleo y el diésel, por otros más baratos y amigables con el medio ambiente, como el gas natural y las energías renovables. En el periodo 2014-2029 se espera que la demanda interna de combustóleo continúe con una fuerte tendencia a la baja. Se prevé que éste será sustituido en su totalidad por otros combustibles, por ejemplo gas natural, en los distintos sectores, principalmente de electricidad e industria. A partir de 2019 las refinerías de Tula y Salamanca dejarán de producir combustóleo y para 2021 la de Salina Cruz formará parte de las que no elaborarán ese petrolífero.