Ante el malestar social por el aumento en los precios de entrada a los museos del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la coordinadora de Artes Visuales de esa instancia, Magdalena Zavala, argumentó ayer que hace 20 años las tarifas no se retabulaban y había una queja de que eran muy baratas.

Aseguró, asimismo, que ese incremento, vigente desde el pasado 2 de enero y que en algunos casos rebasa 200 por ciento, no afecta en nada la afluencia del público nacional.

Realmente a quien impacta es al visitante extranjero. En términos comparativos el museo más caro tiene un costo de 3 dólares la entrada, agregó la funcionaria en entrevista posterior a la ceremonia en homenaje a David Alfaro Siqueiros con motivo de su 42 aniversario luctuoso, efectuada en la Rotonda de las Personas Ilustres.

No creo que sea un incremento muy elevado. Cuando vas al cine gastas más en la entrada (65 pesos el boleto general) o si compras una cajetilla de cigarros (47 pesos) gastas algo similar. Es decir, el costo no es un impacto a la economía familiar, afirmó.

Lo que debe conocer el público es que tiene muchas excepciones de gratuidad. Los domingos hay entrada libre para todo público y se pueden visitar libremente todas nuestras exposiciones.

No obstante las palabras de la funcionaria, entre varios sectores de la sociedad prevalece inconformidad y enojo ante esos aumentos, que para muchas personas son injustificados.

Más aun si se considera que el salario mínimo vigente en la República Mexicana es de 73.04 pesos diarios, lo cual implicaría que un trabajador que perciba ese monto y desee ir, por ejemplo, al Museo Nacional de la Estampa con su familia, integrada por tres personas más, deberá invertir el equivalente a poco más de dos días y medio de sueldo; es decir, 180 pesos, con lo cual se pueden adquirir casi cuatro kilos de huevo, casi siete de tortillas de maíz y 36 boletos del Metro.

Lo anterior, luego de que las localidades, en ese recinto aumentaron 221 por ciento, al pasar de 14 pesos el año pasado a 45 pesos en 2016. En similar situación se encuentran los museos de Arte Moderno y el Tamayo de Arte Contemporáneo.

La entrada del primero se incrementó en 200 por ciento, de 20 a 40 pesos, mientras la del segundo 185 por ciento, al subir de 21 a 60 pesos.

Zavala recordó que el aumento de las tarifas en los 12 recintos a cargo del INBA es resultado de una resolución de la Cámara de Diputados, dada a conocer en noviembre de 2015, como parte de la Ley de Egresos.

Hace 20 años que los museos no se retabulaban y había una queja de que eran muy baratos los costos. Se hizo un estudio, explicó la funcionaria, quien puso de ejemplo que el Museo Nacional de Arte cuadriplicó sus espacios en 2000, mientras el Tamayo duplicó los suyos, y eso tiene resonancia en el aumento.

Destacó que los nuevos precios no son resultado de una decisión arbitraria, sino calculados con una metodología a partir de la Ley Federal de Derechos, para la cual se tomó en cuenta el costo operativo de los museos, los montos de exposición y los servicios, además de hacerse la comparación con recintos de otros países, regiones y ciudades.

“Este proceso –dijo– ya había sido realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que también alegó mucho hace dos años para poder hacer una restructuración a escala competitiva de precios.”

De acuerdo con Zavala, el INBA continuará con su labor de gratuidad en esos recintos. No pagarán las personas mayores de 60 años, menores de 13 años, pensionados, jubilados, discapacitados, estudiantes y profesores en activo, además de que los domingos la entrada seguirá siendo libre para visitantes nacionales y extranjeros residentes en el país.

Inquirida sobre la manera en que estos aumentos beneficiarán directamente a los recintos, precisó que los autogenerados se van a Tesorería (General de la Nación) y después son devueltos al INBA en el presupuesto regular; o sea, que se verán beneficiados. Todos los costos de producción han aumentado muchísimo: la cuestión de seguros, transporte y demás; el INBA ha cubierto todos los gastos.