La carrera de un jugador de futbol americano en México era injusta. En el mejor momento se truncaba. Al terminar su ciclo universitario, un joven de alrededor de 22 años tenía que abandonar este deporte cuando estaba en la cúspide deportiva. De insistir en continuar tenía que buscar oportunidades fuera del país, en Estados Unidos donde el nivel es elevado, o en Canadá. La opción más común era el retiro de los emparrillados.

Édgar Zapata vivió esta experiencia, aunque consiguió extender su ciclo útil al participar en una breve liga profesional mexicana que se fundó en 1990 y sólo duró seis años. El último partido se disputó en Saltillo –refirió– en 1996 en un estadio lleno. Después nada. Se acabó aquella liga. Los jugadores lo asumieron como inevitable, sabían que su carrera en ese deporte era efímera.

Veinte años después regresa el futbol americano profesional con una nueva liga, con una temporada inaugural a partir del 21 de febrero y que culmina el 3 de abril.

Es un campeonato austero, pero con un plan de crecimiento para los próximos años, dijo Zapata, hoy director deportivo de esta incipiente liga.

No sólo cuenta con patrocinadores, la mayoría en especie, también están en busca de apoyo financiero, pero tienen el apoyo institucional del Gobierno de la Ciudad de México, Conade e Indeporte, cuyos titulares acudieron al lanzamiento en el palacio de gobierno capitalino.

Queremos que regrese la fiebre por un deporte que tiene una gran afición en nuestro país, dijo el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, durante el anuncio del arranque de la temporada, que generará 300 empleos directos y más de 4 mil de manera indirecta: Vamos a contribuir con ese renacimiento, pero necesitamos proporcionar un lugar digno donde presenciar y practicar este deporte.

Como sobreviviente de aquella liga de hace 20 años, Zapata está convencido de que ésta puede ser un éxito como espectáculo y negocio. Parte de la evidencia de un público cautivo de la NFL y con un sistema extenso de equipos de futbol americano amateur.

Los partidos se realizarán en el estadio Jesús Martínez Palillo, en la Ciudad Deportiva, entre cuatro equipos: Condors, Eagles y Mayas de la Ciudad de México y los Raptors del Estado de México, en un torneo en el que todos jugarán contra todos.