Sólo falta trabajar en la distribución
, admite José Antonio González Anaya
Con la adquisición consolidada se obtuvo un ahorro acumulado de 10 mil 863 millones de pesos
Miércoles 13 de enero de 2016, p. 32
Las principales instituciones de salud del país ya cuentan con la mayoría o la totalidad de los medicamentos que surtirán a sus afiliados o derechohabientes en 2016, pues concluyó la compra de estos productos y de material de curación, aunque para garantizar el abasto hay que trabajar en la distribución
, reconoció José Antonio González Anaya, director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Por tercer año consecutivo se realiza la compra conjunta (consolidada) entre el IMSS, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) y las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina. En esta ocasión se sumaron 18 estados de la República y 18 institutos nacionales y hospitales federales dependientes de la Secretaría de Salud (Ssa). Mediante este mecanismo se ha obtenido un ahorro acumulado de 10 mil 863 millones de pesos.
En conferencia de prensa, González Anaya dio los detalles del proceso que involucró la adquisición de mil 760 claves de medicamentos y material de curación por un monto de 48 mil millones de pesos, con ahorro en este ejercicio de 2 mil 521 millones de pesos.
Comentó que participaron 407 proveedores, de los cuales 73 son pequeñas y medianas empresas, y se buscó dar los mayores espacios posibles a los fabricantes nacionales. Al final éstos obtuvieron contratos para 652 de las claves concursadas, por las que obtendrán casi 6 mil millones de pesos.
González Anaya explicó que 15 por ciento de las licitaciones para compra de medicinas y poco más de 20 por ciento de material de curación se declararon desiertas, pero aseguró que no hay riesgo de desabasto, porque las instituciones cuentan con inventarios para los primeros dos meses del año. En este lapso se volverán a realizar las licitaciones, indicó.
A la presentación de los resultados de la compra consolidada también asistieron el director del Issste, José Reyes Baeza, así como los subsecretarios de Integración de Desarrollo del Sector Salud, Eduardo González Pier, y de Responsabilidades Administrativas y Contrataciones Públicas de la Función Pública, Javier Vargas.
Reyes Baeza señaló que en este proceso adquirió 70.28 por ciento de las necesidades del Issste, y comprará por separado el 29 por ciento restante.
En cuanto al IMSS, González Anaya aseguró que la totalidad de insumos que requiere para sus derechohabientes ya se obtuvo en la compra conjunta. Dijo que también se impulsaron mecanismos innovadores para favorecer la competencia entre proveedores –lo que genera los mayores ahorros para las instituciones–, así como esquemas que aseguran la transparencia en las licitaciones.
Mencionó el caso de las llamadas ofertas subsecuentes de descuentos (subastas en reversa), con las que se adquirieron 141 claves. Se plantea la petición y los proveedores interesados presentan sus mejores propuestas económicas. Gana el contrato la empresa que ofrece el precio más bajo después de haber comprobado la calidad, seguridad y eficacia del producto.
Reyes Baeza señaló que el objetivo del Issste al participar en la compra consolidada es bajar los costos y garantizar el abasto de medicinas en 97 por ciento. También admitió que el reto es el surtimiento, porque se compra, pero por cuestiones de logística y temas administrativos
se obstaculiza la llegada de insumos a clínicas y hospitales. Ofreció que buscará los mecanismos para que haya correspondencia entre compras y abasto.
Sobre las eventuales complicaciones que podrían enfrentar los laboratorios farmacéuticos para cumplir los contratos por la devaluación del peso frente al dólar y debido a que la mayoría de los insumos se compran en el extranjero, González Anaya informó que se le ha pedido que los contratos se firmen en dólares, lo cual es inaceptable. En todo caso, apuntó, existen instrumentos financieros para que las empresas mitiguen los efectos de la volatilidad cambiaria, además de que, según el funcionario, en la primera licitación el dólar se cotizaba en 16.50 pesos y en la más reciente a 17.50 pesos.