Madrid.

El Parlamento español quedó constituido este miércoles, dividido entre dos partidos nuevos y dos antiguos. Patxi López, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fue elegido presidente del Congreso de los Diputados, en el inicio de una legislatura incierta que deberá lograr una mayoría de gobierno; de no alcanzarse, podría concluir en la convocatoria a nuevas elecciones.

Es una legislatura diferente de todas las que hubo desde 1977, fecha de las primeras elecciones tras la muerte de Francisco Franco en 1975, aseguró el jefe del gobierno saliente, el conservador Mariano Rajoy, antes de sentarse en un nuevo Congreso, dividido por primera vez en cuatro bloques principales. Ha habido un mensaje muy claro de los españoles, nos han dicho: tienen ustedes que entenderse, añadió Rajoy.

Más de 100 de sus 350 diputados son nuevos y representan la izquierda radical de Podemos y sus aliados (69 escaños) y los emergentes de derecha de Ciudadanos (40). Se sentaron junto a los dos partidos que se alternan en el poder desde hace más de 30 años, los conservadores del Partido Popular (PP, 123 diputados) y los del PSOE (90).

La discrepancia y la crítica, pero también el diálogo y el acuerdo son los elementos fundamentales de la vida política en democracia y eso es lo que nos va a corresponder desarrollar aquí, señaló López en su discurso de investidura.

Ex presidente regional vasco (2009-2012) López contó con los votos a favor del PSOE y Ciudadanos, y la abstención de los diputados populares en la primera sesión del Congreso que vivió un nuevo aire con vestimentas más informales, diputados con rastas o la llegada de algunos de ellos en bici, junto a la imagen de la legisladora de Podemos, Carolina Bescansa, con su bebé en brazos, en los escaños del hemiciclo. Esta diputada perdió la votación para presidir el Congreso frente a López; la presencia de su hijo causó revuelo en el recinto.