Uno de los tres manantiales más importantes de la ciudad de México: el Parque Nacional Fuentes Brotantes, está en riesgo, pues a 80 años de que abrió sus puertas al público ha perdido casi 90 por ciento de su superficie y se ha convertido en un desfogue de aguas negras.

Rocío Mejía, directora de Desarrollo Económico Sustentable y de Fomento Cooperativo de la delegación Tlalpan, explicó que tras la construcción del conjunto habitacional Fuentes Brotantes, se produjo la invasión del parque.

Desde hace medio siglo se empezaron a construir de manera irregular viviendas de lámina y concreto en el parque, algunas de las cuales han abierto pequeños negocios y hasta están en venta.

La funcionaria explicó que en 1936 el parque contaba con 129 hectáreas, y tras ocho décadas perdió 87 por ciento de su superficie para quedar en 17.2 hectáreas, que se buscan recuperar, pues junto con los de Chapultepec y Aragón es uno de los tres manantiales más importantes de la ciudad.

Dicha área natural protegida es administrada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) federal, a la que se solicitará su autorización para su rescate, junto con la Secretaría de Turismo y el Fondo Nacional de Turismo, explicó.

De aprobar la solicitud, dijo, se desarrollará el proyecto y se licitará próximamente, para lo cual se cuenta con una bolsa inicial de 10 millones de pesos, como parte de los cinco proyectos ecoturísticos que emprenderá esta administración.

Se conectará con el centro

La limpieza de su estanque será prioridad en el proyecto, porque fue conectado al drenaje, que recibe aguas negras que provocaron la muerte de muchos peces y hubo que clorarlo, lo cual también les afectó, así como a patos que llegan al lugar, indicó.

Comentó que la revitalización del parque es uno de los ejes fundamentales para articularlo con el centro histórico de Tlalpan, por medio de un corredor ecológico cultural, de acuerdo con el plan maestro que incorporará trabajos de reforestación, una pista de tartán para correr y la prohibición para la entrada de automóviles.

En su conexión con el centro histórico, la avenida de los Insurgentes debe dejar de ser una barrera y convertirse en el punto medular del corredor, con una apropiada señalización, que permita hacer un recorrido en el parque de alrededor de 2 horas.

Mencionó que otros proyectos de rescate que se impulsarán son la Ruta de la Amistad, el parque lineal ecoturístico ciclovía, el alojamiento en casa de los tlalpenses y los parques ecológicos Loreto y Peña Pobre.