isto lo que sucedió en Colima, a nadie debería sorprender su repetición (conforme a cada circunstancia) en las elecciones estatales que el PRI programe ganar (otras, serán negociadas en favor de la oposición solidaria) de las 12 que se realizarán este año, en una jornada comicial que mucho influirá en la presidencial de 2018.

El sello definitorio de la primera elección del año fue la suciedad. En particular, las campañas propagandísticas de desacreditación personal del principal personaje opositor al PRI, el de por sí bastante impugnable panista Jorge Luis Preciado, cuyos negocios (en especial los hoteles de paso), antecedentes (abusos en el ejercicio del Poder Legislativo, como senador) e intimidad (supuestas relaciones extraconyugales, con tópicos propicios para el morbo y el escarnio) se convirtieron en artero material de descalificación abundante en diversos canales de comunicación, entre ellos las redes sociales.

Ese giro de espionaje y rudeza mediática caracterizó el debut operativo del equipo de control nacional encabezado por Manlio Fabio Beltrones, quien fue subsecretario de Gobernación y alumno destacado del difunto veracruzano Fernando Gutiérrez Barrios (de cuya vida y andanzas Fabrizio Mejía ha escrito una versión novelada). Sumados esos distintivos de temporada al abanico tradicional de marrullerías electorales del priísmo clásico, deberían tomar amplias precauciones los partidos que pretendan oponerse al PRI de una manera más o menos seria en la docena de plazas sujetas a competencia.

El saldo de la tempranera Colima 2016 es ominosamente favorable al manliopeñismo enfundado en traje de combate. Los Pinos logró finalmente imponer a quien era subsecretario federal de Comunicaciones y Transportes, José Ignacio Peralta, convertido ya en virtual comisionado central para el control de los grandes negocios que se mueven en la pequeña entidad. El tropiezo de 2015, con la elección anulada por la injerencia de factores gubernamentales estatales, fue superado con modales de lucha en versión superlibre. El gobernador anterior, Mario Anguiano, fue arrumbado y mantiene el amago de guillotina judicial. Su secretario de Desarrollo Social, Rigoberto Salazar, pagó en lo inmediato los platos rotos de esa anulación y está bajo proceso. El cacique Fernando Moreno Peña fue baleado y salvó la vida, pero no la está dedicando ahora más que a colocarse en la línea política presumiblemente correcta.

El PAN nacional, encabezado por Ricardo Anaya, hizo su parte. Acompañó con cara de circunstancias el funeral político del último reducto de cierto nivel del gusmaderismo (aquella corriente del partido de blanco y azul que encabezó el ahora diputado federal Gustavo Madero). Preciado fue, en efecto, un personaje político inflado por Madero para sustituir a trompicones a Ernesto Cordero en la coordinación de los senadores panistas. Sin defensa interna verdadera, como si su derrota hubiera sido negociada, Preciado se apresuró ayer mismo a reconocer la desdorada victoria del priísta Peralta, a pesar del abundante material con el que podría impugnar nuevamente una elección indudablemente desaseada a niveles exagerados.

Los primeros datos colimenses colocaron a Movimiento Ciudadano como tercera fuerza (con 12 por ciento de votos, todo según el Programa de Resultados Electorales Preliminares), distante de los dos punteros (el PRI y sus varios aliados, entre ellos el PT, que parece dispuesto a ir pagando en abonos electorales la devolución de su registro, con 43.2 por ciento, contra 39.5 por ciento del PAN). Los buenos números confirman que el partido de Dante Delgado avanza en una derechización (bien vista y usada por Los Pinos) recolectora de panismo inconforme, oportunista y similares (el candidato a gobernador fue el ex panista Leoncio Morán, a quien apoyaron el gobernador poblano en abierta campaña presidencial, Rafael Moreno Valle, e incluso grupos y recursos relacionados con Enrique Alfaro desde Jalisco). El PRD (1.8 por ciento) y Morena (0.8 por ciento) quedaron casi en condición fantasmal. Del llamado PES (0.4 por ciento), ni se diga.

Astillas

Entre el pasmo del oficialismo mexicano (Peña Nieto no ha abordado el asunto como debiera ser, pues Humberto Moreira fue su afanoso promotor y presidió el PRI y el proceso que lo hizo candidato presidencial), el ex gobernador de Coahuila deberá declarar este viernes ante un juez… Según asegura El Español (diario digital a cargo de Pedro J. Ramírez, quien antes dirigió El Mundo), al encarcelado en Madrid le esperan otros cargos, más allá de los centenares de miles de dólares de los que hasta ahora se ha hablado. Las acusaciones van más allá de esta acusación, afirmó el citado portal, que dio primicia de lo sucedido con HM… Citar a la mediáticamente tan zarandeada actriz Kate del Castillo para que declare en la PGR sobre sus eventuales relaciones de negocios con un empresario trasnacional de origen sinaloense es uno más de los trucos efectistas de un gobierno que busca alargar cuanto le es posible la telenovela que distrae de otros asuntos, como la verdadera corresponsabilidad de altos mandos políticos (del hoy y del ayer) en la segunda fuga chapeada y en su larga permanencia como máximo jefe del principal cártel del Crimen Políticamente Organizado… A diferencia de lo sucedido en otros casos recientes, el gobernador priísta de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre, no fue premiado con la aceptación de su carta para la sucesión, pues ayer se anunció que la candidatura tricolor fue asignada a Lorena Martínez, ex procuradora federal del consumidor, quien largamente ha sido adversaria del mencionado Lozano… A la larga lista de agresiones al medio ambiente en todo el país ha de sumarse la devastación del manglar de Tajamar, en Cancún, con la complacencia del gobierno de Roberto Borge, del presidente municipal de Benito Juárez, Paul Michel Carrillo de Cáceres, y de las oficinas de Semarnat y Profepa, convertidas en concesiones políticas para enriquecimiento de políticos verdes y de tres colores… Y, mientras siguen desaparecidos los cinco jóvenes de Playa Vicente, Veracruz, ¡hasta mañana!

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