La Cámara de Diputados no asignó presupuesto para este año a la recién creada Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), confirmó el titular del organismo, Ricardo Bucio Mújica.

Será la Secretaría de Gobernación (SG) la que asuma el pago de infraestructura, plazas, gasto operativo, sede, equipo y las acciones que genere el sistema, detalló.

El Sipinna, que se instaló el pasado 2 de diciembre, es un órgano desconcentrado de la SG, la cual se comprometió a otorgar el dinero para todas las necesidades financieras, sostuvo Bucio Mújica en entrevista.

Para 2016, la dependencia federal cuenta con más de 77 mil millones para gasto programable, es decir, para el cumplimiento de sus obligaciones, no para sufragar a instituciones del gobierno federal. El Presupuesto de Egresos de la Federación no especifica si se le asignó otra partida en el rubro gasto no programable.

El sistema se creó para que la infancia y la adolescencia tengan un lugar relevante en la política, la economía y la sociedad mexicanas. Me parece que no lo tiene, pese a que son la tercera parte de la población, explicó el funcionario. El organismo vinculará las instituciones gubernamentales para que sus acciones tengan un enfoque hacia los menores. Se reliza una enorme cantidad de acciones, pero están desarticuladas, añadió.

Al emprender la tarea de reunirlas, dijo, habrá que enfrentar visiones paternalistas y de adultocracia. Hasta ahora, las decisiones que se toman para el mejoramiento de la vida de los pequeños es a partir de lo que los adultos suponen, desde una perspectiva tutelar que no los ve como sujetos de derecho, apuntó.

Para este año, las metas del Sippina son la instalación de los sistemas de protección integral en todos los estados, y que avance la instauración en el mayor número de municipios posible. Asimismo, la creación del programa para niños y adolescentes en los tres niveles del gobierno.

Crear un sistema nacional de información es otro de los grandes objetivos. Si bien se han generado muchos datos, éstos no están reunidos en espacio alguno. Así que tampoco sabemos cuáles son los que no se han producido y que son indispensables. Por ejemplo, desconocemos cuántos menores indígenas con discapacidad no van a la escuela.

Este año, aseguró, será muy importante para las instancias de atención de niños y adolescentes que viven violencia, que no tienen cuidados parentales, que necesitan representación jurídica o que son migrantes no acompañados. En estos temas intervendrán las procuradurías de protección especial, indicó.