Este año las inversiones provenientes del sector privado se verán limitadas ante el incremento de las tasas de interés, lo que también disminuirá la inversión pública, debido a que el gobierno tendrá que mantener una política fiscal restrictiva para mantener sanas las finanzas públicas, advirtió el Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey (Cien).

Ejemplo de ello, dijo, es la inversión fija bruta, que disminuyó 1.1 por ciento en octubre pasado (el dato más reciente disponible) respecto de septiembre.

El centro adelantó que ante la disminución en el ritmo de inversión resultará complicado mantener el nivel de generación de empleos observado el año pasado, que alcanzó 644 mil plazas, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

La cifra de generación de empleos registrada en 2015 está 40 por ciento por debajo de la cantidad de puestos que el país necesita generar cada año para dar cabida a los jóvenes que se incorporan al mercado laboral, que es de por lo menos un millón.

El análisis del Cien indica además que las cifras del IMSS revelan que tres estados de la República registraron una disminución en la generación de fuentes de trabajo: Tabasco, con una pérdida de 13 mil 819 plazas; Veracruz, donde 10 mil 511 personas dejaron de ser asegurados del Seguro Social, y Campeche, que perdió 8 mil 576 empleos.

Esos tres estados, cuya economía está fuertemente ligada al petróleo, mostraron tasas de actividad industrial en el acumulado de los primeros nueve meses del año pasado, con variaciones negativas de 3.5, 2.9 y 8.2 por ciento, respectivamente.

De acuerdo con cifras de Pemex, el precio de la mezcla mexicana de petróleo en enero del año pasado promedió 41.70 dólares por barril, mientras un año después la cotización del crudo mexicano cerró este viernes con un valor de 22.77 dólares, desplome de 45 por ciento.

En el reporte titulado Inversión a la baja durante 2016, el Cien explicó que el objetivo de una política monetaria restrictiva es contraer el tamaño de la oferta monetaria mediante un aumento en las tasas de interés, situación que consecuentemente se traduce en una disminución en el nivel general de precios.

Sin embargo, advirtió que aunque el año pasado la inflación alcanzó mínimos históricos (2.13 por ciento anual), con una tasa de interés de referencia relativamente baja (3.25 por ciento), la depreciación del tipo de cambio en meses recientes ejercerá presión en el nivel de precios que, en conjunto con las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, se traducirá en tasas de interés más elevadas.

Abundó que en una economía abierta como la mexicana, el aumento de tasas de interés puede provocar un mayor flujo de capitales, que a su vez se traduce en el incremento de las reservas internacionales y con ello en una probable apreciación del tipo de cambio. No obstante, alertó que lo anterior también trae consigo efectos negativos sobre la inversión privada, al elevarse los costos de financiamiento.

Aunado a lo anterior, si consideramos una política fiscal restrictiva, donde el gasto de gobierno se verá limitado ante posibles recortes en el presupuesto de egresos derivados de la caída en el precio del petróleo, es de esperar que tanto el sector público como el privado poco podrán contribuir en la generación de empleo y el crecimiento económico, advirtió el Cien.

Agregó que algunas variables de la economía nacional han reflejado una desaceleración en su desempeño incluso desde el tercer trimestre del año pasado, pues la inversión tanto en maquinaria y equipo como en construcción disminuyó en octubre 0.9 y 0.7 por ciento, respectivamente.

Además la actividad industrial estatal arrojó resultados mixtos durante el pasado mes de septiembre, cuando 14 de las 32 entidades federativas se ubicaron en terreno negativo. Las más afectadas resultaron ser Guerrero (19.7 por ciento), Campeche (9.4) y Puebla (8.7).