Señalamientos son propaganda sin fundamento, responde Moscú
Domingo 31 de enero de 2016, p. 17
Ankara.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseguró este sábado que un avión ruso SU-34 volvió a violar su espacio aéreo, dos meses después de haber derribado un caza ruso, al que Ankara acusó de haber hecho lo mismo. Alertó a Moscú del riesgo de comportamientos irresponsables
, por lo que el embajador moscovita Andréi Karloz fue convocado al Ministerio de Relaciones Exteriores turco.
El ministerio indicó en un comunicado que la violación es una clara señal de que Rusia quiere que los problemas entre los dos países aumenten.
Estamos haciendo un llamado claro a la Federación Rusa para que no viole el espacio aéreo turco, que también es el espacio aéreo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)
, indica el texto.
Estamos poniendo énfasis una vez más en que las consecuencias no deseadas de ese comportamiento irresponsable pertenecerán completamente a la Federación Rusia
, agrega el documento.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia calificó de propaganda sin fundamento
dichas acusaciones.
Las declaraciones del lado turco sobre una supuesta violación de su espacio aéreo por un avión ruso SU-34 son propaganda
, aseveró el portavoz del Ministerio de Defensa, el mayor Igor Konashenkov.
La OTAN apremió a Moscú a respetar plenamente
el espacio aéreo de sus países miembros.
Su secretario general, Jens Stoltenberg, instó a Rusia a tomar todas las medidas necesarias
para garantizar que el espacio aéreo turco no vuelva a ser violado, mientras el presidente turco, Tayyip Erdogan, dijo que quería reunirse con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
El 24 de noviembre de 2015 cazabombarderos F-16 turcos abatieron un Sukhoi-24 ruso que sobrevolaba la frontera turcosiria y uno de los dos pilotos murió ametrallado cuando descendía en paracaídas. El otro fue rescatado por un comando.
Ese derribo fue calificado por Putin de puñalada en la espalda
y provocó una grave crisis entre Ankara y Moscú, cuyas relaciones eran buenas a pesar de sus diferencias sobre el conflicto en Siria.
Moscú tomó represalias contra Ankara, como reinstaurar el visado a los turcos que se trasladen a Rusia, recomendar a sus ciudadanos que no viajen a Turquía e imponer un embargo a algunos productos turcos, en particular frutas y verduras.