Desde el avión que lo trajo a México, el papa Francisco hizo pública una misiva dirigida al arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, en la cual expresa que se siente profundamente apenado por la noticia de los trágicos incidentes ocurridos en la cárcel de Topo Chico, de Monterrey, que han provocado numerosas víctimas.

La noche del miércoles se desató un motín que dejó como saldo 49 decesos y 12 heridos en dicho penal debido a la pugna entre grupos criminales ligados al narcotráfico.

El máximo jerarca de la Iglesia católica indicó en un escrito signado por el cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado del Vaticano, que ofrece sufragios al señor por el eterno descanso de los fallecidos, a la vez que desea hacer llegar a sus familiares su más sentido pésame, así como su cercanía espiritual, junto con el deseo de un pronto y total restablecimiento de los heridos.