La transformación de las políticas de seguridad acompañadas de capacitación, construcción de infraestructura, adquisición de equipo y dignificación de la actividad policial han servido para impedir que se creen cárteles de las drogas o que grupos delictivos mexicanos se asienten en Ecuador, afirmó el viceministro del Interior de esa nación sudamericana, Diego Fuentes.

En entrevista con La Jornada, el funcionario señaló que el cambio de políticas públicas para combatir la criminalidad, la trata y el tráfico de personas –impulsado desde 2007– ha logrado disminuir el índice de homicidios de 18 a seis casos por cada 100 mil habitantes, y este año esperan reducirlo aún más, hasta ser considerada una de las naciones con menores niveles de violencia a escala continental.

El joven abogado afirma que las autoridades ecuatorianas han hecho “un análisis en materia de narcotráfico y no hay presencia en nuestro país de ninguna organización mexicana en estas actividades. No ha habido perpetración de ningún cártel, porque hemos estado trabajando permanentemente con la policía mexicana, y las células, por más pequeñas que sean, han sido desarticuladas de manera inmediata”.

Entrevistado en la Ciudad de México, horas antes de participar en una reunión de alto nivel en el ámbito hemisférico –en la cual el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo Ceballos, fue designado presidente de la Comunidad de Policías de América (Ameripol)– afirmó que “el reto de Ecuador ante el narcotráfico, la trata y el tráfico de personas es que la nación se fortalezca institucionalmente y sus resultados se vuelvan un referente regional, en el sentido de que las buenas prácticas que hemos puesto en marcha se puedan traducir también en el interés de otros países.

Que esas prácticas las estudien, acojan e implementen a corto y mediano plazos, porque buscamos que nuestra gestión aporte a escala internacional, para reducir la percepción de que América Latina es la región más violenta del mundo.

Buscamos que nuestra gestión aporte a reducir a escala internacional la percepción de que América Latina es la región más violenta del mundo, aseguró el viceministro del Interior de Ecuador, Diego Fuentes, en entrevista con La JornadaFoto Roberto García Ortiz

Inyección de recursos

Apuntó que desde 2007 el gobierno ecuatoriano ha logrado disminuir las tasas de homicidios violentos. Entre las medidas que han logrado abatir esos indicadores se encuentra la inyección de “aproximadamente 700 millones en recursos para potenciar nuestra policía, porque antes no tenía recursos necesarios. Hemos invertido en capacitación –que es lo fundamental–; hemos creado policías comunitarias, infraestructura y edificios, y adquirido chalecos, carros y armas especializadas.

“Pero lo principal ha sido capacitar a nuestro talento humano y dignificado la vida de los policías, con incrementos salariales y de condiciones de vida, mejorando su situación de vivienda y fiscal.

Todo ello ha permitido que la profesión de policía sea también un tema de vida con dignidad, y aunado al asunto de la profesionalización de las investigaciones y la presencia de policía en el territorio de manera permanente, han generado reducción de la violencia, de tal manera que se busca que este año se tengan 5.2 casos por cada 100 mil habitantes.

El viceministro refirió que en el contexto internacional “el intercambio de información ha permitido asestar duros golpes a los narcotraficantes. La política de combate a estos grupos se ha transformado desde 2009, ya que la perspectiva anterior era evitar que la droga llegara a los grandes países a cualquier costo.

Ahora no sólo hemos tenido en 2015 una incautación de 76 toneladas, sino también la desarticulación de 236 organizaciones criminales. La droga no va ni se queda y las organizaciones se van desarticulando.

Asimismo, señala, se trabaja contra los grupos traficantes y tratantes de personas que intentan atravesar desde Haití hacia Perú y Brasil, al igual que por Centroamérica hacia Estados Unidos.