“Omar Bravo no tiró el penal con esa confianza de plantarse desde los 11 pasos y decir con el rostro, con el gesto: ‘ya la metí’. Me di cuenta en la cara del chamaco –para mí no deja de ser un chamaco–; no tenía seguridad… Un equipo con presión es muy difícil que pueda rendir”, señaló Manuel Lapuente.

El técnico de la selección nacional en el Mundial de Francia 1998 habló sobre la tensión que abruma al equipo Guadalajara, la cual se agravó tras el empate del domingo frente a Xolos, del que de nuevo salió abucheado por su público.

¿Triste su situación? No, tampoco; esto es futbol y el que tiene pocos puntos es porque lo merece. Lo que sí quiero manifestar es que las Chivas están en enorme, en gigantesca desventaja al jugar sólo con mexicanos. No se puede pensar que rompa sus reglas, pero lo que sí pienso es que los demás clubes deben reducir el número de foráneos, naturalizados y extranjeros.

Lapuente enfatizó: Diecisiete equipos disponen de toda Sudamérica para elegir futbolistas, ¡ahora hasta a Europa han volteado!, y si por ahí encuentran un nacional con calidad, lo guardan. Hay ventaja tremenda para los demás, para esos que llegan a jugar con ocho o nueve no nacidos en el país. Aclaro: no estoy en contra de los extranjeros ni de los naturalizados, simplemente estoy en favor de los mexicanos.

El también ex timonel del América añadió: “Chivas no me causa tristeza; a mí me da pena nuestro futbol, eso sí me inquieta. Los mexicanos somos patriotas o patrioteros, llámele como guste, pero nos encanta que gane nuestra selección, ¿entonces?, ¿de qué estamos hablando?, a este paso no va ocurrir otra cosa que verla caer.

Ojalá los dueños cambien los estatutos. El presidente de Grupo Pachuca, Jesús Martínez, lo dijo muy claro: hay que obligar a que todos jueguen con seis futbolistas nacidos en México, y todavía tendrán cinco plazas para los otros. Crecería la calidad, porque esos muchachos talentosos que claman por una oportunidad sí existen, ¡sí hay!, expresó.

Luego de asegurar que con el zaguán abierto de par en par no están llegando jugadores de alto nivel competitivo, consideró que estas medidas ayudarán al Guadalajara, que gusta a mucha gente, que contribuye a llenar estadios.

Lapuente también señaló algunos errores del equipo rojiblanco que aprecio desde afuera. Los principales, sobre el dueño, Jorge Vergara, quien debería recordar que la ropa sucia se lava en casa y evitar hablar tanto y exhibir a sus jugadores.

“En un club como el Guadalajara es difícil mantener la discreción; desde que llegó (Matías) Almeyda alardearon y alardearon, más aún después de que ganó la Copa Mx... se dijo que era el entrenador salvador. Para mí sólo se cumplió el dicho aquel de ‘equipo que estrena técnico, gana’. Se habló demasiado y resultó contraproducente.

Uno debe declarar solamente una vez la meta: vamos por el campeonato. Después hay que ganar partido tras partido, porque si hablas de más generas peso a los jugadores. Dicen que no hay mexicano que soporte el triunfo porque enseguida viene el exceso de confianza, ¡así somos, así es nuestro carácter! Hay que luchar contra ello, se debe acortar el objetivo: ganar el próximo partido. Punto, concluyó.

En tanto, el estadio Omnilife cambió el domingo de nombre provisionalmente a estadio Chivas, debido a la disputa legal que sostienen Jorge Vergara y Angélica Fuentes.