Una adaptación escénica de Ramadán, relato incluido en el libro Cuentos gnósticos, de Carlos Montemayor (1947-2010), se presentó a cargo del grupo Sapiens Sapiens Teatro Laboratorio, de Chihuahua, en la edición 37 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, que concluyó el pasado lunes.

Con el título Sonidos gnósticos, la propuesta escénica amalgama también algunas reflexiones sobre mitología de Joseph Campbell y el Libro egipcio de los muertos, entre otros textos.

En una versión reducida para su presentación en ese encuentro editorial, la representación teatral propone contar la historia de una comunidad gnóstica desde su fundación, desarrollo y su inexplicable desaparición de la tierra, mediante una serie de notas escritas en el año 2335, por la antropóloga Roberta Szymbor, quien elabora una investigación alrededor de un trabajo escrito en 1950, por M.O. Mortenay, sobre la comunidad gnóstica de los piadosos de Isa, ubicada en Medio Oriente.

Danza, música, cantos y teatro se conjugan en la propuesta de la agrupación del estado invitado del encuentro editorial, integrada por Inet Simental, Rocío Ceniza y Paulina Grajeda, quienes interpretan y cantan algunos de los textos en varios idiomas como el egipcio.

La historia articula y encadena a una serie de personajes, sabios y estudiosos de esa comunidad gnóstica, que proponen en principio el ritmo como el camino del conocimiento, como la vía de enlace y unión con el universo, la naturaleza y uno mismo al tiempo que se reflexiona sobre la vida, la muerte, el sueño, la realidad, los dioses y la mitología.

La historia se propone reflejar cómo se construyó física, intelectual y espiritualmente la comunidad de los piadosos, desde su fundador, Cenobio, hasta el personaje que nace en esa comunidad.

Se cuentan, entre otras historias dentro de la historia, cómo sus habitantes entierran documentos en distintos puntos temporales, dando a entender que supieron cómo viajar en el tiempo, desprendiéndose del mundo físico, tal cual lo conocemos.