La región de Latinoamérica y el Caribe debe hacer un esfuerzo para capitalizar su potencial agroalimentario a través del apoyo a la agricultura familiar para combatir el hambre y la pobreza, pues la obesidad nos recuerda la necesidad de cambiar los hábitos de producción y consumo alimentario, ya que el sobrepeso afecta a 7.1 por ciento de los menores de cinco años y 22 por ciento de los adultos son obesos, dijo José Graziano da Silva, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés).

En la inauguración de la 34 Conferencia Regional para América Latina y el Caribe de la FAO apuntó que otro desafío es combatir el hambre y la pobreza en las que aún viven 34 millones de personas, situaciones en las que juegan un papel importante el cambio climático y la volatilidad de los mercados de los granos en el ámbito internacional; además de que el inmediatismo de la información genera un proceso de fragmentación y dificulta el desarrollo de perspectivas, explicaciones y el entendimiento de un mundo marcado por las incertezas y por lo que se puede llamar una nueva normalidad.

Ante el presidente Enrique Peña Nieto –que inauguró el encuentro– y los ministros y viceministros de los 33 países latinoamericanos y del Caribe, Graziano da Silva apuntó que para evitar que un menor crecimiento económico regional afecte el desarrollo sostenible de reducir el hambre y la pobreza, los gobiernos de la región necesitan fortalecer sus programas de inclusión social. Hay que aumentar la voluntad política que sostienen sus programas, dijo.

Ratificó su compromiso con el gobierno mexicano de acompañarlo en las políticas y programas para combatir todas las formas de malnutrición y para promover el desarrollo sostenible de los sectores agrícolas, pero también le sugirió aumentar progresivamente la cobertura de los programas para poder beneficiar a los 7 millones de familias de programa especial de seguridad alimentaria (PESA).

También destacó la importancia de que haya políticas públicas intersectoriales que favorezcan el trabajo coordinado de las diferentes secretarías de Estado, así como instancias de coordinación entre los actores gubernamentales, sociedad civil y sector privado.

En el acto, José Calzada Rovirosa, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y presidente de la conferencia, hizo un llamado a la alianza de los países de la región, pues la erradicación del hambre y la pobreza son prioritarias.

La suma de esfuerzos y el convencimiento de los propósitos de esta conferencia regional nos permitirán emprender iniciativas conjuntas para garantizar la seguridad alimentaria en la región, superar las brechas de desigualdad social y construir una sociedad más justa, basada en la igualdad de oportunidades y el respeto a las libertades, asentó.

Posteriormente, en el inicio formal de la reunión ministerial, el director general de la FAO puntualizó que la estrecha relación entre la pobreza rural y la inseguridad alimentaria en la región demandan un nuevo enfoque para el desarrollo socioeconómico y ambiental, por ello hay que fortalecer la agricultura familiar y desarrollar sistemas agroalimentarios inclusivos, eficientes y sostenibles.

Y ante el cambio climático pidió a los gobiernos de la región fomentar el uso sostenible de los recursos naturales, la gestión de riesgos de desastre y la adaptación al cambio climático, pues sólo en el sector agrícola se perdieron 11 mil millones de dólares por desastres naturales entre 2003 y 2013, y un tercio de la población vive en zonas de alto riesgo de desastres naturales.