El edil de Naucalpan, el mejor pagado: más de $122 mil
Miércoles 2 de marzo de 2016, p. 16
Toluca, Méx.
Veinte alcaldes de los 125 del estado de México han cumplido con la Ley de Transparencia y Acceso a la Información de la entidad, que los obliga a publicar vía electrónica sus percepciones mensuales.
Ciento cinco no han cumplido, aun cuando el Congreso local les hizo un llamado la semana pasada no sólo a ajustarse a las recomendaciones que planteó el Consejo de Valoración Salarial, sino a transparentar sus ingresos.
De los 20 municipios con mayor presupuesto de la entidad, sólo cinco han cumplido dicha obligación: Nezahuacóyotl, Toluca, Naucalpan, Atizapán de Zaragoza y Cuautitlán Izcalli.
En cambio, los de Ecatepec, Tlalnepantla, Chimalhuacán, Tecámac, Coacalco y Huixquilucan, entre otros, permanecen omisos, a pesar de que llevan más de dos meses en sus cargos.
La mayoría de los municipios cuentan con páginas electrónicas y tienen vinculación con la plataforma Información Pública de Oficio, que administra el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información, donde dan a conocer sus ingresos, como estipula la fracción dos del artículo 12 de la Ley de Transparencia. Sólo 20 hicieron públicos sus ingresos.
De los alcaldes que han publicado sus percepciones, el panista Édgar Olvera, de Naucalpan, aparece como el mejor pagado del estado de México, con un sueldo bruto de 122 mil 766 pesos, pero menos deducciones el salario queda en 99 mil 238 pesos netos. Olvera no reporta gratificaciones especiales ni apoyo para vehículo, celular, vales de gasolina o servicio médico.
En contraste, el salario más bajo reportado es el del alcalde de Tenancingo, Roberto Sánchez Pompa, que es de 19 mil 483 pesos netos. Fernando Zamora, de Toluca, gana mensualmente 68 mil pesos netos, menos de lo que percibe su homólogo de Metepec, David López, con 75 mil 512, y poco más que el de San Mateo Atenco: 64 mil.
El alcalde de San Felipe del Progreso, Olegario Romero, reporta un salario bruto de 79 mil 775 pesos y 55 mil 900 netos. Esos ingresos contrastan con el grado de marginalidad en que vive más de 80 por ciento de la población.
