La mañana de ayer se publicaron listas de trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) que serán sometidos a jubilaciones forzadas y dejarán de laborar a partir del 7 de marzo.

Los empleados están adscritos a Pemex-Petroquímica en Coatzacoalcos, Veracruz. A partir del lunes próximo serán dados de baja mediante el programa Redimensionamiento laboral, que la empresa acordó con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.

Una copia del oficio 1097-2018, entregado por los trabajadores a este medio, revela que están jubilando con muchos años de anticipación a personal que no cumple con la edad ni el tiempo laborado.

Está incluido personal que tiene incluso 24 y 25 años de trabajo. Les ofrecen 75 por ciento de lo que les corresponde. Se señala además los nombres de los petroleros que serán cesados en este bloque, bajo el acuerdo DCAS-4212-15.

La lista del personal que será despedido fue remitida de la Subdirección de Relaciones Laborales y Servicios al Personal, la Gerencia Regional de Relaciones Laborales y Servicios al Personal-Sur, al subgerente de administración de personal de Coatzacoalcos, Roberto Andrés Egremy Pulido.

Sólo en un oficio se menciona a cerca de 40 trabajadores, cuya fecha de retiro es el lunes próximo. El texto incluye el número de ficha de cada empleado que será dado de baja. Por ejemplo, menciona los números 225427, 229212 y 239135, entre decenas más. Ninguno de los petroleros fue informado con anticipación y tampoco puede apelar de la decisión.

La información detalla que se trata de empleados que laboraban en el edificio inteligente de Pemex-Petroquímica.

Trabajadores informaron que ya les avisaron que habrá más recortes, lo cual ha generado terror laboral entre sindicalizados y de confianza. Sobre todo, dicen, porque desde el año pasado empezaron esas acciones. “Incluso, a finales de 2015 fueron cesados dos trabajadores que estaban de vacaciones. No esperaron a que terminaran sus periodos de descanso. El jurídico de Pemex les notificó en sus domicilios de las bajas.

“Uno tenía 27 años de servicio. Los jubilaron a la fuerza. No les dieron 100 por ciento de lo que les correspondía y cancelaron sus plazas”, comentó un trabajador. Recordó que en el sindicato había un arreglo para que los agremiados pudieran heredar sus plazas a familiares, pero eso se acabó.