El PRI marcó la ruta de su quehacer político electoral siguiendo los postulados de la revolución pacífica, que con verdad y entrega vencerá a los conservadores de siempre y a los nuevos conservadores de una falsa izquierda que se disfrazan de demócratas.

Manlio Fabio Beltrones Rivera, presidente nacional del PRI, rescató anoche la esencia revolucionaria de su partido, que al cumplir 87 años institucionalizó la revolución del siglo XX, y revolucionó las instituciones para transformar a la sociedad en el siglo XXI.

Cientos de consejeros políticos del PRI abarrotaron el auditorio Plutarco Elías Calles, en la sede nacional del partido. Se dieron cita, también, la clase política del Revolucionario Institucional que cobijó al sonorense, quien dio cuenta de la tarea que él y sus correligionarios en conjunto emprenderán para ganar la elección del próximo mes de junio.

Al citar el proyecto transformador de Enrique Peña Nieto, los presentes al acto conmemorativo rindieron, a la vieja usanza, un prolongado aplauso que se extendió más de un minuto.

En el Plutarco Elías Calles se dieron cita los gobernadores Alejandro Moreno, Claudia Pavlovich, César Duarte, entre otros. Y se notó la ausencia de Javier Duarte de Ochoa, cuando horas antes el coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, César Camacho Quiroz, había declarado que en San Lázaro se preparaba su partido a debatir el juicio político contra el veracruzano.

También los precandidatos acudieron a celebrar el aniversario de su partido, notándose la presencia de Alejandro Murat Hinojosa, Enrique Serrano, Esteban Villegas, Omar Fayad, Blanca Alcalá, Quirino Ordaz, Baltazar Hinojosa, Marco Antonio Mena, Alejandro Tello y Mauricio Góngora.

Al ingresar en el auditorio, la atención de los consejeros se centró en Beltrones y aquellos personajes que lo seguían. Emilio Gamboa, César Camacho, Ildefonso Guajardo, Eduardo Sánchez, Claudia Ruiz Massieu, José Antonio Meade, Felipe Solís Acero, Aurelio Nuño, Emilio Lozoya Austin, David Penchyna y José Calzada, quienes se instalaron en el presídium.

Aún rondaba en el ambiente la elección de Mauricio Góngora Escalante como abanderado del PRI al gobierno de Quintana Roo. Roberto Borge, el gobernador de ese estado, quien sufrió el principal revés político de su carrera al quedar excluido su candidato, José Luis Toledo, evidenció enfado e incomodidad.

Cuando Manlio Fabio Beltrones, quien recibía el saludo de mano de los integrantes del presídium, pasó frente a Borge, éste desdeñó la presencia del dirigente nacional priísta al voltearse deliberadamente. Desde entonces, y durante todo el festejo del PRI, Borge se mantuvo hosco y ausente.

No obstante, el resto de los priístas se rindieron ante Beltrones, quien dio cuenta satisfactoriamente de 12 procesos de selección de candidatos a gobernador, sin fracturas evidentes.

Antes de su mensaje, el Consejo Político Nacional aceptó que Mariana Moguel Robles, hija de la ex dirigente nacional del PRD y titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en la presente administración, Rosario Robles, ingresara a ese órgano de gobierno y a la Comisión de Normatividad del PRI.

Además se declaró listo para enfrentar el proceso electoral con miras a la integración de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.

El sonorense dio lectura a un discurso del que dijo no hay temas vedados ni viejos tabúes. Vamos a seguir revolucionando la realidad con las armas del imprescindible quehacer político: de la política democrática.

Se comprometió a construir sobre lo ya avanzado sin dividir, reformar sin excluir y modernizar sin destruir.

Al concluir la celebración, los aspirantes a las gubernaturas fueron invitados en la oficina del dirigente nacional junto con el primer círculo de funcionarios partidarios para establecer las líneas de trabajo que habrán de seguir en los próximos meses.