esde que se inició en Monterrey en 2010 (en Ciudad de México desde 2014), el Nrmal ha llamado la atención por distanciarse de los festivales masivos que se realizan de forma independiente en el país, por tener gran intuición y buen gusto para seleccionar artistas internacionales y nacionales (a los que se pone al mismo nivel, situación que no ocurre en otros festivales donde la mayoría del cartel es extranjero, en que se relega a los mexicanos a escenarios pequeños, en malos horarios o de plano no se les invita), de avanzada musical, o bien artistas de culto que no siempre figuran en el plano comercial.

Aunque el público no conozca a la mayoría de los artistas incluidos, el sello propositivo del Nrmal garantiza que como asistente uno irá sobre todo a conocer y dejarse sorprender, pues prácticamente todo lo que ofrece es de calidad. Asimismo, el que el festival dé peso al talento por encima de la cantidad de bandas hace que sea cómodo, con escenarios cercanos, en el que se puede fluir de un lugar a otro. La organización es muy eficiente y el sonido harto cuidado.

En cuanto a selección artística, este año el festival amplía sus miras geosonoras, ayudado por instancias culturales como el IFAL, el instituto Goethe, la Fundación Finlandesa de Música, las embajadas de Austria y Colombia, para traer artistas de Francia, Alemania y las naciones antes citadas, además de Estados Unidos, Inglaterra, Japón, Noruega, Kuwait, Argentina, Chile, Puerto Rico, Suecia, sin faltar creadores de la Ciudad de México, Guadalajara, Tijuana y Hermosillo.

En su edición 2016, a realizarse los días 12 y 13 de marzo (además de varios eventos previos hoy viernes 11, de acceso gratuito), presenta una alta cantidad de proyectos, en su mayoría electrónicos, aunque el elenco que emplea sus guitarras como base es bastante atractivo y fastuoso.

Sábado 12

Imperdibles. Deerhunter (EU): genial pop folkadélico. A Place to Bury Strangers (EU): noise-punk-shoegaze electrizant. Low (EU): pop ambiental y elegante. Mumdance (UK): grime-hop de electrónica dura, metálica. Follakzoid (Chile): electrónica atonal, atmosférica. De Alemania: Kreidler y su electrónica minimal, y el kraut de Camera. Bulbul (Austria) y su pop-gresivo experimental. Future Brown (Kuwait / EU) y su dancehall-hip hop-electro-pop. De México: LAO y su electrónica misteriosa y Haciendo el Mal, dúo femenino de electropop existencial.

Buena onda. Empress Of (EU): electropop suavecito. Aloa Input (Alemania): electropop feliz y colorido. Los Pirañas (Colombia) y su electrocumbia simpática. Los Walters (Puerto Rico) y su synth-pop caribeño. Coiffeur (Argentina) y su electropop amable. De México: el punk de San Pedro el Cortez, el techno de Bluehost, el hip hop de Sick Morrison y el ambient negro de (SIC).

Domingo 13

Imperdibles: Acid Mother Temple (Japón) y su rock sicodélico con 20 años de trayectoria. Slowdive (UK) y su bello dream-pop shoegaze. Battles (EU) y su hard-rock-electro geométrico. Fatima Al Qadiri (Senegal-NY) y su electróni- ca contemporánea. Jenny Hval (Noruega) y su gran propuesta electro-ambient-experimental-vocal-feminista. Pierre Bastien (Francia) y su ruidismo. Blanck Mass (UK) y su electrónica mugrienta. Gnucci (Suecia) y su global-bass-rap ácido. The Body (EU) y su electro-doom-metal. De México: Grenda y sus beats intrigantes (hijo de Bostich) y Mareaboba: cumbia ácida.

Buena onda: Cakes da Killa (EU) rap divertido. Mitú (Colombia) y su techno de la selva. Jaakko Enino Kalevi (Finlandia) y su electrónica pop flotante. Mark Fell (UK) y su electrónica digital. Ela Minus (Colombia) y su pop acaramelado. De México: Baltazar y su electropop fresilla.

El Festival Nrmal se llevará a cabo en el deportivo Lomas Altas (Constituyentes 851, frente al Panteón Civil de Dolores). Deja directo el Ecobús Balderas-Santa Fe. Habrá valet parking y sitio de taxis. 12 y 13 de marzo de 12 horas a 1 de la mañana cada día. Abono 2 días: $900. Por día: $600 en Boletia.com; en taquilla $1100. Más puntos de venta, mapas, horarios y detalles de los eventos previos.

Cuarta vez de sus Satánicas Majestades

En cuarta visita a México, con dos conciertos los días 14 y 17 de marzo, esa leyenda inglesa definitiva y definitoria, impactantemente llena de vida (a pesar de que sus integrantes rondan los 70, años más, años menos), llamada The Rolling Stones vuelve como parte de su Olé Tour por Latinoamérica (inició el 3 de febrero en Santiago de Chile y terminará el 25 de marzo en un concierto gratuito en La Habana, Cuba). Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ron Wood harán lo que mejor saben: absoluto y total rocanrol, esta vez sin promover álbum alguno. Sólo vendrán a darnos satisfacción: llenar de electricidad nuestro sistema nervioso a punta de viejos himnos, y a presumir su inmortalidad. Con localidades agotadas en el Foro Sol (salvo apertura tras cancelaciones de último momento, en Ticketmaster), las majestades ya menos satánicas, maestros del blues evolucionado, ofrecerán la que quizá su última visita (a menos que sorprendan volviendo ya cerca de sus 80). Si repertorio actual no es extenso y se entiende (ya están mayores), pero sin duda será uno de los conciertos más excitantes e históricos del año. Larga vida a los Rolling Stones.

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