En relación con el debate de la despenalización de la mariguana en el país, el cardenal Norberto Rivera Carrera advirtió que no se deben legalizar los problemas. Si se libera el consumo de la droga, se perjudicará particularmente a los jóvenes, que son la riqueza y esperanza de nuestra patria.

Presidente de la Comisión Episcopal para la Familia, Rivera expuso que lo peor que nos puede pasar, es que, ante los problemas que no podemos solucionar, tomemos el camino de legalizar los problemas condenando con ello a los jóvenes.

Sin embargo, en entrevista, el presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, expuso que avanza en esa cámara la posibilidad de legislar para despenalizar el uso terapéutico y medicinal de la cannabis, incrementar de cinco a 28 gramos el consumo personal de la yerba y permitir a campesinos producirla para usos medicinales.

Son temas regulatorios en los que podemos avanzar y de alguna manera dejar la discusión sobre el uso lúdico recreativo hasta en tanto tengamos más información sobre sus efectos en la salud de los consumidores, en la salud pública y también en la seguridad, recalcó e hizo notar que ve voluntad del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de abrir espacios de consenso en ese tema.

En contraparte, al inaugurar el Foro sobre la Mariguana, realizado en la Universidad Pontificia de México, el cardenal Rivera dijo que en aspectos tan importantes como la decisión sobre el uso de la mariguana no pueden prevalecer políticas públicas diseñadas a la medidas de las peticiones individuales y egoístas sino con base en el bien común y la promoción de la dignidad humana.

En entrevista, el arzobispo primado de México recalcó que la droga siempre va contra la salud de la persona y contra la salud social, y citó el caso de Colorado, en Estados Unidos.

Ricardo León Fabela, subdirector de Integración y Seguimiento de Programas de la Comisión Nacional contra las Adiciones, precisó que en ese estado aumentó el consumo entre jóvenes de 18 a 25 años. Mientras el promedio de consumo en el último año en Estados Unidos en ese rango de edad fue de 18.9 por ciento, en Colorado subió a 29 por ciento y las expulsiones o suspensiones escolares por temas de drogas se dispararon en 34 por ciento después de la autorización para comercializar mariguana medicinal.

El arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, sostuvo que para la Iglesia el consumo de drogas es una gran preocupación, sobre todo en adolescentes, porque el uso de cualquier estupefaciente inflige graves daños a la salud y a la vida humana. Aseguró que la producción clandestina y el tráfico de drogas son prácticas escandalosas que van contra la ley moral.

Al participar en el foro, el senador Gil Zuarth resaltó que lo único a que se puede aspirar con un cambio regulatorio es a disminuir los efectos del mercado negro, que ocasiona los problemas actuales. Generar una alternativa, dijo, para que cada vez que alguien vaya a buscar la mariguana no se enfrente a un narcotraficante que amenace con matarlo. Es el mercado negro el que está matando a nuestros muchachos, no necesariamente la adicción de la mariguana, insistió.

Aclaró que, aunque el encuentro con el gobierno federal es en abril, no significa que hasta entonces se concreten los acuerdos. La cuestión es que podamos juntar nuestras respectivas conclusiones, porque también es un evento preparativo de la posición que llevará México a la asamblea de Naciones Unidas para revisar el tema.