Robalo, de los preferidos, cuesta $220
Lunes 14 de marzo de 2016, p. 39
Para esta temporada de cuaresma, en la que el consumo de pescados y mariscos se incrementa sustantivamente, algunas de estas especies procedentes de los litorales y granjas acuícolas del país, como jurel, carpa, bandera, mojarra, sierra, corvina, bagre y cazón, se consiguen con precios que van entre 20 y 70 pesos por kilogramo.
Otros tipos menos conocidos, como gurrubata, sargo, bronco, cabrilla y chopa, cuyos costos son de tres a seis veces más baratos que la carne de res y cerdo, tienen precios que oscilan alrededor de 140 pesos por kilogramo.
En La Nueva Viga se puede encontrar un kilo de jurel en 22 pesos, de carpa en 35, plateado 20, merluza 40, corvina 23, sierra 35 y tilapia en 57. Pero también están las especies favoritas como el guachinango, en 170 pesos; robalo, 220 pesos; lenguado, 110 pesos; pámpano, 115 pesos; pargo, 46, y pulpo entero, 102 pesos por kilogramo.
Mario Aguilar Sánchez, comisionado nacional de Acuacultura y Pesca de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, expuso que durante la presente temporada de cuaresma están disponibles más de 100 especies de pescados y mariscos de temporada y alto valor nutritivo.
Estimó que esta cuaresma se comercializarán alrededor de 300 mil toneladas de productos pesqueros y acuícolas en el territorio nacional, 30 mil toneladas más que en el mismo periodo del año pasado.
Comentó que en La Nueva Viga –considerado el mercado más grande de su tipo de América Latina– se mantienen precios competitivos en pescados y mariscos para apoyar la economía de los consumidores.
Respecto al consumo de productos provenientes de granjas acuícolas, apuntó que son totalmente inocuos, ya que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria se encarga de revisar los laboratorios que proveen las larvas y toda la cadena productiva.
Agregó que la industria que provee los alimentos balanceados para los peces que se crían en las granjas acuícolas es de alta tecnología y mantiene un control con altos estándares de calidad.
A pesar del gran potencial pesquero, las familias sólo destinan tres por ciento de su gasto a la compra de alimentos pesqueros, con un consumo per cápita de 11.4 kilogramos, 2.5 kilogramos más que en los últimos tres años.
De la producción, 85 por ciento se obtiene de la captura marina, que representa apenas el 60 por ciento del valor total. En contraste, 15 por ciento del volumen logrado mediantes la acuacultura genera 40 por ciento del valor total de la actividad, según un análisis de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero.