Leipzig, Alemania.

La Feria del Libro de Leipzig fue inaugurada ayer con un claro mensaje contra la xenofobia y los prejuicios hacia los refugiados que llegaron de forma masiva al país.

La Asociación de Libreros Alemanes llamó a autores y editores a intervenir en el debate público que ha desatado el arribo de migrantes y a elevar su voz contra el racismo.

Necesitamos un contrapeso a los que exigen medidas políticas sin ofrecer soluciones, dijo el presidente de la asociación, Heinricht Riethmüller; un contrapeso a los que siguen la propaganda simplista y que hacen mucho más ruido que los reflexivos en la sociedad.

Leipzig, sede de la segunda feria editorial más importante de Alemania después de la de Fráncfort, ha sido escenario frecuente de manifestaciones xenófobas de la rama local de los autodenominados Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente, nacidos en la vecina Dresde.

En la jornada inaugural el historiador Heinrich August Winkler fue galardonado con el Premio del Libro de Leipzig al Entendimiento en Europa.

El autor de un impresionante compendio de la historia de Occidente llamó al gobierno de Angela Merkel a aplicar una política de asilo sostenible que no tenga solamente en la mira los límites de la capacidad de acogida e integración de los migrantes, sino también el respaldo político de la población.

Los partidos tradicionales alemanes se vieron sacudidos el domingo pasado por el fenomenal ascenso de la derecha populista en tres comicios regionales. Los derechistas de Alternativa para Alemania consiguieron de 12 a 24 por ciento de los votos con una retórica encendida contra la política de migración aperturista de Merkel.

Por la libertad de expresión

La sección Europa21 de la feria sondeará las oportunidades que plantea la convivencia con migrantes y solicitantes de asilo y contará para ello con la participación de autores, filósofos y científicos de dentro y fuera de Alemania.

También la libertad de expresión es uno de los ejes de la feria.

En cada una de las mil 900 butacas de la sala de conciertos Gewandhaus, de Leipzig, se colocó un cartel que debía ser mostrado por el público con la inscripción A favor de la palabra y la libertad.

Queremos mostrar que no nos es indiferente cuando se desacreditan nuestros valores, dijo Riethmüller, quien calificó el mundo editorial y literario de pilar de la democracia alemana.

Alexander Skipis, gerente general de la Asociación de Libreros Alemanes, expresó poco antes en una rueda de prensa, la preocupación de esa entidad por la situación de la libertad de opinión en el mundo y mencionó el caso de Turquía, donde los medios están siendo sometidos al control del Estado.

En la feria de Leipzig se presentan este año 2 mil 250 expositores de 42 países. Los organizadores esperan la asistencia de unos 250 mil visitantes al encuentro editorial y al festival que la acompaña, Leipzig liest (Leipzig lee).