Los felinos presionaron, pero Campestrini resolvió los arribos
Hubo invasión
de aficionados norteños en el estadio Cuauhtémoc
Lunes 21 de marzo de 2016, p. 3
Puebla, Pue.
Con las garras, los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) se aferran a la zona de clasificación a la liguilla tras empatar sin goles ante el Puebla, mientras los Camoteros, que terminaron con 10 hombres por la expulsión de Christian Hobbit Bermúdez, buscarán hacer un cierre sin errores para ubicarse entre los ocho mejores.
El partido de la fecha 11 comenzó con inmejorable ambiente traído desde el norte. Hubo invasión felina
, pues entre 10 mil y 12 mil aficionados enfundados en playeras amarillas arribaron a la capital poblana en decenas de autobuses para apoyar a la escuadra de la UANL con cánticos, saltos y gritos.
Camoteros y Tigres se enfrascaron en accidentado choque después del disparo de Matías Alustiza que resultó muy elevado. El Puebla llegó al campo de juego con la guadaña y repartió duras entradas, pero nada tuvo que ver con la lesión al minuto 4 de Iván Guti Estrada, quien se desplomó doliéndose de una rodilla y ya no se levantó; fue sacado en el carrito de asistencia médica y en su lugar entró Antonio Briseño.
Al minuto 8 Guido Pizarro recibió tremendo pelotazo en la cabeza y tuvo que recibir atención; más tarde fue Javier Aquino quien cayó dolido, pero enseguida se recuperó. El equipo campeón realizó poco al frente: un remate fallado de Rafael Sobis y otro intento de André-Pierre Gignac.
Tras la reanudación, el Puebla dejó ir una importante oportunidad. Luis Enrique Robles disparó de media distancia al minuto 47, pero su poderoso envío con la derecha cimbró el larguero. Cinco minutos más tarde, David Toledo recibió un gran centro desde la derecha y aplicó un cabezazo para picar el esférico, que se escurrió por el lado izquierdo de la meta defendida por Nahuel Guzmán.
Los Tigres respondieron en una acción en la que Gignac llegó casi hasta línea de fondo, no pudo tirar bien y su envío resultó un obsequio para Cristian Campestrini, portero de los Camoteros. En su banca, Ricardo Ferretti decidió hacer su segundo relevo y sacó al brasileño Rafael Sobis para meter a José Espericueta.
Pablo Marini, estratega local, ingresó también a Emilio Orrantia por Flavio Santos. Pronto tuvieron una opción de gol en un cabezazo de Ramón Arias que se fue por un costado.
Roja a Bermúdez por un pisotón
Al minuto 68 los Camoteros pagaron factura por tantas faltas. Hobbit Bermúdez dio un pisotón a José Francisco Torres, pero esta vez el silbante José Alfredo Peñaloza lo vio y sin titubeos le mostró cartón rojo.
El equipo de la UANL buscó aprovechar su superioridad numérica y al minuto 73 el francés Gignac corrió por la derecha, sacó un buen centro que peinó Lucas Zelarayán hacia el arribo frente a segundo poste de Javier Aquino, quien remató pésimo y la pelota pegó en la red por fuera.
Ferretti, quien veía la mesa puesta, decidió sacrificar al defensa Antonio Briseño y lo sacó al minuto 76 para meter al delantero paraguayo Fernando Fernández; es decir, toda la carne al asador para buscar los tres puntos en liza.
El Puebla resintió la salida del Hobbit, pero irreverente, como ha sido el equipo a lo largo del torneo ante los poderosos, jugó ante el campeón al tú por tú. Atrás Campestrini fue una garantía, dos veces salió arriesgando el físico y logró desarmar a Javier Aquino, quien insistía en horadar su meta por el costado derecho.
Marini vivió a tope los últimos minutos; todavía hizo otro cambio y Jerónimo Amione entró para intentar equilibrar. Finalmente el tiempo se agotó y los Tigres se llevaron un punto tras el empate sin goles.