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Amaranto y salud

D

ía con día se hace más evidente que la dieta tradicional mexicana heredada a través de milenios es acertada. Ahora un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa, entre los que se encuentra Jorge Milán Carrillo –quien ha obtenido dos veces el Premio Nacional en Ciencia y Tecnología de Alimentos–, ha desarrollado diversos productos alimenticios cuya base es el maíz azul, el frijol, el amaranto, la chía y el garbanzo. Como puede verse cuatro de estas cinco semillas son de origen mexicano. De acuerdo con esta información de Notimex, a partir de un boletín enviado por el grupo a la Academia Mexicana de Ciencias, el consumo de estos productos puede reducir el riesgo de contraer enfermedades crónico-degenerativas y algunos tipos de cáncer.

Se trata de alimentos como la bebida funcional con valor nutricional y potenciales antihipertensivo y antidiabético altos elaborada con frijol negro y maíz azul bioprocesados. Como ya sabemos, al ser consumidos juntos esta leguminosa y este cereal, el balance de aminoácidos, su calidad proteínica, y la presencia de minerales, vitaminas y microcomponentes con actividad biológica, resulta superior al obtenido si se consumieran por separado, según afirma el mismo investigador. Con productos como éste, se podrían sustituir bebidas nocivas por su alto valor calórico y su pobre valor nutricional.

Otras son las bebidas funcionales de valor nutricional/nutracéutico alto, con potencial antioxidante y antihipertensivo, elaboradas con amaranto integral, que pueden prevenir enfermedades asociadas al estrés oxidativo como la hipertensión.

Pero en este país de contradicciones, de acuerdo con la información que nos envía Mauricio del Villar y que ha sido compartida con un amplio grupo de productores de amaranto organizados, el amaranto ha bajado de precio en los meses recientes. Lo atribuyen a que los escasos apoyos del gobierno para fortalecer la producción primaria que se han venido dando en estados como Puebla están desapareciendo y en otros estados ha sido nulo. También ha disminuido de manera importante la compra de amaranto por los programas gubernamentales y cuando las compras se dan favorecen a empresas afines al gobierno en turno.

Esto desalienta a campesinos y gobiernos municipales que como en Tecuanipan, Puebla, han impulsado la siembra de amaranto adquiriendo incluso trilladoras y reventadoras para disminuir los costos del proceso.

En este contexto es bienvenido el número 138 de la revista Arqueología Mexicana de reciente aparición, dedicado al amaranto, planta de la que son aprovechables como alimento las hojas y las semillas.