in que nadie lo esperara, la nota periodística tuvo más de 27 mil visitas en 24 horas en el portal en que fue publicada (http://elpuntero.com.mx/n/13695). Prácticamente se hizo viral. ¿Por qué un caso de hostigamiento laboral en el juzgado octavo de distrito en Chihuahua alcanzó tal difusión y tantas reacciones?
El lunes 14, el juez de ese distrito intensificó la ofensiva contra varios de sus trabajadores con el altercado y las amenazas contra el quinto secretario de su órgano jurisdiccional. El secretario, amedrentado con ser despedido luego de 28 años de trabajo, fue presa de una crisis de taquicardia e hipertensión, al grado de que la secretaria general de la sección 18 del Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial de la Federación tuvo que trasladarlo a urgencias de la clínica del Issste en la capital de Chihuahua. El hecho fue cubierto por varios medios informativos, sobre todo por el periódico digital El Puntero.
Y es que, desde antes de su llegada a Chihuahua, el mencionado juez comenzó a acosar a los secretarios proyectistas del juzgado con exigencias fuera de lo común. Una vez ahí, se prodigó en malos tratos, amenazándolos con degradarlos a oficiales administrativos y a proceder contra ellos si acaso no cumplían tres de las más de 30 funciones que tienen asignadas
. Para mayores referencias, hay que decir que el juez se jacta de haber escrito un libro sobre cómo despedir a los trabajadores
.
Pero si la nota que cubre el hecho anterior y denuncia las actitudes del juez logró en tan poco tiempo ser leída y renviada por un número de personas que equivale a 70 por ciento de los trabajadores del PJF, es porque el acoso y los malos tratos de los jueces de distrito hacia sus trabajadores se están convirtiendo en cosa común en esa institución.
En el caso de este secretario se refleja la situación cada vez más preocupante de muchos trabajadores del PJF en el país, quienes por el acoso laboral cada vez es más común que acudan al tratamiento siquiátrico e ingieran fármacos contra el estrés y la depresión. Incluso el 2 de marzo, en Mexicali, se llevó a cabo una protesta en contra del acoso laboral luego de que dos trabajadores se quitaron la vida presumiblemente por ello. La protesta hizo que acudiera a aquella frontera una consejera de la Judicatura Federal, quien arremetió en contra de los trabajadores reprobando su manifestación y advirtiéndoles que la ropa sucia se lava en casa
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El poder, prácticamente sin contrapesos, de los jueces de distrito, convierte a aquellos que no tienen suficientes madurez y sentido humano en señores de horca y cuchillo del personal a su cargo. Hay algunos tan engreídos con el poder que les da la Constitución que montan en cólera si no se les da el tratamiento de su señoría
, en pleno siglo XXI. Sin un procedimiento pueden cesar de manera inmediata a personas que han hecho su vida de su servicio al Poder Judicial de la Federación, y que por la entrega que se les exige no se han preocupado de buscar alternativas de trabajo. La amenaza de perder su puesto los coloca en una situación de gran incertidumbre laboral y existencial.
Quien pudiera poner un freno al acoso de los jueces, el Consejo de la Judicatura Federal, no parece dispuesto a hacerlo. Da la impresión de que ha dejado de ser un árbitro imparcial en los conflictos surgidos en este poder para constituirse casi en defensor de oficio de los jueces acosadores. Uno de los trabajadores sindicalizados dice que el Consejo de la Judicatura Federal opera con los jueces acosadores de la misma manera que los obispos con los curas pederastas: no los castiga, cuando mucho los cambia de adscripción. Mientras los privilegios de los juzgadores crecen y se refuerzan, los derechos de los trabajadoras se ven vulnerados.
Esto forma parte de la gran ofensiva que desde hace ya varios años se viene desarrollando en contra de los trabajadores y sus sindicatos, sobre todo con la reforma laboral impuesta en las postrimerías del gobierno de Felipe Calderón. Por ello, no sería extraño que en el Consejo de la Judicatura Federal se generalizara la ofensiva y poco a poco se vaya mermando el personal sindicalizado y se vayan obstaculizando y minimizando los derechos de los trabajadores y de su gremio.
Aun así, los trabajadores le siguen apostando a que el Consejo de la Judicatura Federal se decida a hacer valer la justicia en la casa de la justicia.