Colima, Col.

Dos grupos que se disputan el balneario Ojo de Agua en la comunidad de Zacualpan, municipio de Comala, se enfrentaron con palos y piedras con saldo de siete personas heridas.

El manantial es administrado por el Consejo Indígena por la Defensa del Territorio de Zacualpan (CIDTZ), que controla el comisariado ejidal, pero la junta municipal, presidida por el priísta Daniel Aranda Vázquez, exige que se le devuelva la administración de esa importante fuente de ingresos, que controló alguna vez.

La ocasión más reciente en que este grupo presionó para lograr su objetivo fue en diciembre de 2014, cuando tomó el lugar. Sin embargo, en octubre de 2015, los priístas lo abandonaron debido a los daños que el huracán Patricia provocó en el balneario.

El CIDTZ, liderado por Taurino Rincón, comenzó los trabajos de acondicionamiento del lugar el jueves por la mañana.

Cuando se preparaban para recibir a los turistas de Semana Santa y Pascua, una de las mejores temporadas del año, el grupo antagónico cerró con piedras el acceso al manantial y restringió el paso a los turistas.

Jesús Santos, habitante de Zacualpan, relató que los manifestantes trataron de retener vehículos de turistas que querían ingresar al balneario; entonces los del consejo indígena acudieron a apoyar a los conductores para liberar sus unidades, pero fueron recibidos con piedras.

Los siete heridos son Teresa Sandoval, Guadalupe y Paula Alonso, Chavelo Martínez y Laureano León, y dos que se encuentran en el Hospital Regional Universitario, explicó Santos.

Al lugar llegaron 20 patrullas y cuatro camionetas de la policía estatal preventiva, que no han hecho nada por detener a los agresores, manifestó.

En un comunicado, el gobernador Ignacio Peralta dijo que dispuso de elementos de las corporaciones estatales y de la ministerial para atender cualquier contingencia en caso de ser necesario, pero siempre bajo una postura neutral y alejada al origen del problema y confía en que las partes en conflicto lleguen pronto a un acuerdo .

El gobierno del estado manifestó que mantendrá la vigilancia permanente en la zona de conflicto, a través de las policías estatal, estatal acreditable y de procuración de justicia, para evitar que el problema llegue a otros niveles de violencia y garantizar la seguridad de las personas.

La secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría General de Justicia del Estado informaron que tras la presencia policial se relajó la situación de confrontación, y volvió la calma.