La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) dio a conocer ayer que durante 2008 y 2009 los consumidores de pollo de la Ciudad de México pagaron un sobreprecio de 32.4 por ciento, debido a que cinco empresas y la Asociación Nacional de Avicultores (UNA) se coludieron para fijar el precio del alimento, situación que causó un daño por al menos 107 millones de pesos.

De acuerdo con un estudio publicado por la comisión, durante 44 días las empresas Pilgrim’s, San Antonio, Tyson, Pollo de Querétaro y Bachoco, así como la asociación, intercambiaron información y participaron en acuerdos para fijar y manipular el precio de la carne en algunos puntos de venta de la capital mexicana y el área metropolitana.

Detalló que la UNA coadyuvó y participó en esas prácticas mediante la publicación de desplegados y comunicados publicitarios que anunciaban supuestas ofertas. Incluso, la asociación fue intermediaria de comunicación entre las compañías mencionadas, que son competidoras, para acordar la realización de promociones.

La comisión detalló que el acuerdo entre los competidores para eliminar el ajuste natural de los precios se estableció para los periodos 22-31 de agosto y primero-14 de septiembre de 2008, mientras para 2009 fue del 9 al 18 de octubre y del 29 de octubre al 7 de noviembre.

En un mercado de la Ciudad de MéxicoFoto Luis Humberto González

Destacó que el comercio del pollo es estacional, es decir, las condiciones de oferta y demanda cambian debido a la temporada.

La Cofece descubrió que durante esos periodos las publicaciones de la UNA fijaban un precio que reflejaba las condiciones de un momento de mercado anterior para un lapso en el que anturalmente baja el costo.

Por tanto, se obligó a los consumidores de pollo a pagar más por el producto y se eliminaron los incentivos para competir en precio mediante la publicación de supuestas ofertas. Además, causó un daño monetario calculado en 107 millones de pesos.

El texto dado a conocer por la Cofece es un análisis ex post que mide los efectos causados por la práctica monopólica absoluta en el mercado del pollo, la cual fue sancionada por la comisión en 2013 al imponer una multa por 132 millones de pesos a los agentes económicos y personas físicas involucradas, además de ordenarles eliminar la práctica.

Ante la inconfomidad por la decisión adoptada por el pleno de la comisión, los agentes económicos sancionados interpusieron, cada uno por su parte, juicios de amparo, los cuales aún se encuentran pendientes de resolución.