México acumuló tres años en que su economía crece por debajo de su capacidad instalada y las perspectivas para 2016 y 2017 no son muy diferentes del desempeño reportado recientemente, advirtió este martes un centro de estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En este año, y debido en parte al ajuste preventivo en el gasto público dispuesto por el gobierno federal, la economía crecerá entre 2.2 y 2.6 por ciento, mientras que en 2017 lo hará en torno a 2.5 y 3 por ciento, aunque quizá ese pronóstico sea corregido por la desaceleración que experimenta el sector industrial de Estados Unidos –país destino de ocho de cada 10 dólares de exportaciones manufactureras mexicanas–, expuso Eduardo Loría, coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la UNAM.

El desempeño reciente de la economía mexicana apunta a que posiblemente se esté presentando un ciclo de actividad a la baja, expuso Loría, durante la LI reunión del CEMPE, en la que fueron presentados los pronósticos económicos para este año, así como una visión de la economía latinoamericana y de la china.

Probablemente estamos entrando en una fase descendente del ciclo económico, dijo Loría. Aun con un bajo crecimiento como el observado en los últimos años, es probable que la fase de expansión que arrancó en 2010 ya haya terminado y entremos en una decaída del ciclo económico de México, lo que sería preocupante en términos de crecimiento, añadió.

En un contexto de bajo crecimiento, como el que se observa actualmente, y de una disminución en las exportaciones mexicanas, con la salvedad de las relacionadas con la industria automotriz, la tasa de desempleo en el país se ha mantenido en torno a 4.5 por ciento de la población económicamente activa. Sin embargo, apuntó, estos bajos niveles obedecen a la actividad en el sector informal, que sigue creciendo de manera importante y eso es lo que absorbe gran parte del empleo en la economía mexicana, lo que hace que la productividad no crezca de manera importante.