El presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, y el coordinador de la fracción del PRD, Miguel Barbosa Huerta, discreparon sobre los alcances que debe tener la reforma para regular el uso de la mariguana.

El perredista consideró que el Senado haría el ridículo si en este periodo de sesiones no legisla para despenalizar el uso de la yerba con fines médicos y terapéuticos y deja fuera el consumo lúdico o recreativo.

Barbosa advirtió que la política prohibicionista y punitiva contra las drogas fracasó en México, porque nunca disminuyó el consumo ni la violencia.

En entrevista aparte, Gil Zuarth respondió que es preferible avanzar donde hay acuerdos y no posponer el fin de la guerra violenta contra las drogas en espera de una regulación más ambiciosa.

El panista resaltó que nadie está planteando, ningún experto ni partido político, que la mariguana se venda en las tiendas de conveniencia o en las gasolineras, sino que lo que se pretende es terminar con el mercado negro, que es sinónimo de riesgo para los consumidores, criminalización, violencia y muerte.

Aparte, la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex) respaldó la utilización terapéutica de la mariguana y la posibilidad de que con cambios en este rubro se amplíe su uso médico, pero rechazó la posibilidad de avalar su utilización recreativa.

La mariguana para uso terapéutico ya está contemplada en nuestra legislación. Es un estupefaciente y está en la fracción I del artículo 226 de la Ley General de Salud. Seguramente para uso médico va a encontrar mayores aplicaciones, y en eso estamos totalmente de acuerdo. Pero vemos con profunda preocupación su empleo para fines recreativos, señaló Antonio Pascual Feria, presidente de la Anafarmex.

Subrayó que en el caso del uso terapéutico se deben establecer los candados adecuados para que su empleo no se desvíe, como ha ocurrido en Estados Unidos, y añadió que legalizar esta sustancia no ha demostrado reducir el narcotráfico ni tampoco las adicciones.