Las quejas no son necesariamente por atención médica
Tras lograr avances en los costos de las medicinas, indica que por acuerdos con el sindicato se reducirá el tiempo de asignación de cama de hospital de 24 a ocho horas y se realizarán cirugías los fines de semana. Además, el riesgo financiero del instituto bajó 60%
Domingo 3 de abril de 2016, p. 9
Desde su anterior cargo público en el gobierno, al frente de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Mikel Arriola Peñalosa encabezó el esfuerzo para que México fuera facultado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para certificar vacunas y la aprobación de un modelo que reduce significativamente los plazos para autorizar medicamentos genéricos.
Arriola sostiene que, gracias a esos avances, el costo de muchos fármacos ha disminuido de manera muy importante: Representa ahorros netos de entre 50 y 70 por ciento en medicinas nuevas
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Al frente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) desde febrero pasado, Arriola es consciente del enorme número de quejas de los derechohabientes por deficiencias en el servicio, pero las atribuye básicamente al enorme volumen de consultas y procesos médicos que lleva a cabo.
Calidad y calidez
, ordenó hace poco el presidente Enrique Peña Nieto a los funcionarios del sector salud. Habla Arriola: No se pueden incrementar la calidad y la calidez con una crisis financiera. Eso ya lo tenemos controlado, lo vamos a seguir controlando y vamos a seguir acercándonos al déficit cero. Hay que asumir que atendemos 70 millones de derechohabientes, que el empleo está creciendo al doble que la economía, que nos está presionando el servicio
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Para el director, el problema mayor del IMSS es organizativo, de tiempos y movimientos, de procesos y carriles
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Por ello ha convenido con el sindicato la práctica de cirugías los fines de semana, porque afirma que siete de cada 10 operaciones son de trauma o alumbramientos. Eso es lo que vamos a destapar: vamos a operar puro trauma los fines de semana, casi casi en líneas de producción
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Enseguida, extractos de la entrevista a Arriola:
México demoraba hasta cinco años en aprobar medicamentos genéricos, en buena medida porque volvía a hacer las pruebas ya realizadas en los países de origen de las patentes. Ese mecanismo sólo se traducía en fármacos más caros y en una demora inútil que afectaba a muchos pacientes.
–En términos estrictos, ¿se trata de dar por bueno lo que ya hicieron la Agencia de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) o su equivalente europeo, la EMA?
–Para beneficiar al consumidor, y si no hay riesgo sanitario. Firmamos un convenio en 2012, para poder traer en 60 días hábiles medicinas nuevas de Estados Unidos y Europa, tirando un modelo antiguo que se tardaba cinco años. En esos cinco años, el costo de la medicina innovadora para el mexicano era casi 100 por ciento más.
Hoy, dice Arriola, en el peor de los casos, la medicina es 50 por ciento más barata en nuestro mercado
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Fue, dice su promotor, un salto exponencial, porque en 2010 se aprobaron tres medicinas, en tanto que de 2011 a la fecha se han aprobado 200 verdaderamente nuevas; es decir, que tenían tres o cuatro meses en los mercados de origen
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Hace unos meses, Arriola se reunió con el creador de Microsoft, Bill Gates, quien se mostró interesado en el modelo mexicano para aplicarlo en los 35 países a los que llegan recursos de su fundación. El contacto surgió, cuenta Arriola, a partir de un amigo común (que fue subcomisionado de la FDA
).
–¿Gates lo buscó porque quería ayuda para vencer el infierno burocrático africano?
–Es correcto. Gates asume una posición de eficientar cada dólar que dona para la salud mundial. Es decir, podría gastarse 500 millones de dólares en trasplantes de corazón con lo que salvaría mil 500 vidas. Pero prefiere donar vacunas y al día de hoy es el segundo comprador de vacunas del mundo después de la OMS, con lo cual ha salvado 4 millones de vidas infantiles.
Procesos y carriles
–Hace tres años, el flamante secretario general del instituto, Juan Carlos Velasco, hablaba de un IMSS en ruinas, de una tolerancia elástica
al no pago de cuotas. ¿Ha cambiado algo?
–Muchas cosas. Primero, en 2013 el IMSS estaba en quiebra técnica. Ese año se gastó todas sus reservas. Eso implica que, en ausencia de una reforma financiera interna, hubiera tenido que ir a pedir un rescate a las finanzas públicas. A partir de ahí se genera una muy buena historia. Se reducen de manera significativa las obesidades y las ineficiencias en el gasto, de tal manera que el IMSS se gastó 25 mil millones de pesos de sus reservas en 2012 y en 2015 se gastó 8 mil 500, 60 por ciento menos.
–¿Y eso no contrae el gasto?
–Al revés. Liberando el uso de reservas, en los últimos dos años, y si completas, en el sexenio, el gasto total del IMSS, al revertir su déficit, va a sumar como 35 mil millones de pesos en cartera de inversión, en infraestructura.
Sí, en 2013 se tenía una crisis de servicio, una crisis de financiamiento, si no se aplicaba una disciplina financiera rigurosa no se iba a saltar el año sin tener que pedir un rescate a la Secretaría de Hacienda. Hoy estamos 60 por ciento menos de ese riesgo.
–Pero basta echar una ojeada a la prensa para ver que siguen las quejas por servicios deficientes. Hace poco el Presidente de la República habló de la necesidad de dar calidad y calidez
a los servicios de salud.
–Esa es una instrucción clara. Pero no se puede incrementar la calidad y la calidez con una crisis financiera. Eso ya lo tenemos controlado, lo vamos a seguir controlando y vamos a seguir acercándonos al déficit cero. Hay que asumir que atendemos 70 millones de derechohabientes, que el empleo está creciendo al doble que la economía, que nos está presionando el servicio. Por eso tenemos tantas quejas. Si das 500 mil consultas diarias, con que se queje uno por ciento… Nuestros volúmenes son muy grandes. Obviamente las quejas se dan, por diversos patrones de proceso y no necesariamente de atención médica.
El proceso empieza con la consulta en el primer nivel de atención, que es cuando la gente va a la unidad médico familiar. En el plano general, la gente que va sin cita no es atendida. Cuando una persona es atendida en el primer nivel y quiere que lo refieran a un especialista, ese diferimiento es, por decir lo menos, muy difícil. Cuando alguien se hospitaliza tiene que esperar por cama el doble que en el mercado privado. Y cuando a alguien le asignan una cirugía, ésta se puede diferir meses. Ahí fue la instrucción del Presidente: arreglen esas cuatro cosas
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Para arreglar esas cuatro cosas
, el director del IMSS ha presentado un decálogo a partir de esquemas que se están piloteando
en las unidades con mayor demanda.
–¿Qué tiempo tiene un médico para atender a un paciente? ¿Cinco minutos?
–Si somos eficientes en la asignación de los pacientes, el médico no tendría por qué presionar su tiempo de atención para atender a más o menos pacientes. Si hacemos un ordenamiento previo a la consulta, donde no intervenga el médico ni la enfermera, el médico ni siquiera va a sentir que atendió a más pacientes ese día que en otro que los pacientes se fueron sin ser atendidos. Es un tema de tiempos y movimientos, de procesos y carriles.
En una transformación que anuncia expedita y que ya se está probando, Arriola asegura que acuerdos con el sindicato del IMSS harán posible reducir el tiempo de asignación de cama de hospital de 24 a ocho horas y realizar cirugías los fines de semana.
–¿Y de dónde sacan a los cirujanos?
–Se nos gradúan 4 mil residentes al año. Médicos residentes de más o menos 25 años.
–¿Entonces a un paciente lo puede operar un cirujano con 30 años de experiencia o un residente?
–No es así. Otra vez tiempos y movimientos. El volumen de la cirugía en el IMSS no es de especialidades. En cirugía, 70 por ciento del volumen es trauma, de primer nivel de atención, o son alumbramientos, y eso te difiere especialidades. Y eso es lo que vamos a destapar: vamos a operar puro trauma los fines de semana, casi casi en líneas de producción.
–¿Lo que me está diciendo es que el gran problema del IMSS es de organización?
–Es un problema organizativo…