Domingo 3 de abril de 2016, p. 12
En el episcopado no se trabaja para ser relectos o por los cargos, sólo se cumple con un servicio
, el cual a veces representa una carga
que no tiene algún tipo de remuneración más que la certeza de haber contribuido al trabajo de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), expuso Eugenio Lira Rugarcía, secretario general del organismo.
Mañana lunes comienza la 101 asamblea general de la CEM, en la cual se renovará la totalidad de los cargos y en la que cabe la posibilidad de que los aproximadamente 120 obispos participantes elijan una nueva dirigencia. También se analizará la visita del papa Francisco a México.
Ello ocurrirá en un ambiente de tensión
entre varios obispos, lo cual ha sido negado por jerarcas. Según Lira Rugarcía, no hay división. Podemos tener diferentes puntos de vista, pero hay una relación bonita
.
El obispo también aseveró a La Jornada que en el episcopado no se da un lucha por obtener cargos, como en la política. Sobre sus expectativas para esta asamblea electiva, y a la pregunta de si estaría de acuerdo en que los obispos lo propusieran para un nuevo periodo al frente de la secretaría general, respondió: Es algo que hay que considerar
.
Sacrificios
Al interrogarle si las elecciones en la CEM son reñidas como en la política, dijo que se tiende a hacer esa errónea comparación. Para todos los obispos que tienen un cargo de servicio es un cargo-carga, es decir, al trabajo que tienen en sus diócesis se suma un servicio que se solicita, y eso implica también un sacrificio; dedicar tiempo, a veces tener que trasladarse a actividades y no hay, con toda honestidad, alguna forma de remuneración
.
Lira Rugarcía fungió de coordinador general de la visita del papa Francisco a México, y por tal motivo los aciertos y desaciertos ocurridos durante el proceso de organización de la estancia pontificia en el país han recaído en él, como cabeza visible. No obstante, ha insistido en que fue un trabajo conjunto, sobre todo con las diócesis anfitrionas.
En la asamblea se evaluarán la visita de Jorge Mario Bergoglio y el mensaje que dio a los obispos el 13 de febrero en la Catedral Metropolitana, que según el experto Elio Masferrer Kan, fue una crítica demoledora
en la que cuestionó a los jerarcas su esencia como ministros de la Iglesia. Para la CEM no fue regaño
, sino un mensaje que nos propuso los caminos a seguir, nos hizo reflexionar; fue iluminador y motivador
.