El nuevo recorte presupuestal que presentó la Secretaría de Hacienda en los precriterios de política económica para el año entrante no representa una propuesta de presupuesto, sino que se pretende enviar un mensaje de responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas y que el gobierno federal cumplirá con las metas establecidas de reducción del déficit y la deuda públicos, afirmó el titular, Luis Videgaray Caso.

Luego de inaugurar el foro Recinto Fiscalizado Estratégico, propuesta de ampliación de beneficios, el funcionario afirmó que los precriterios de política económica 2017 no son una propuesta de presupuesto, la cual se presentará al Congreso de la Unión en septiembre próximo, tal como mandata la ley.

Como una obligación, la Secretaría de Hacienda presenta cada abril lo que se conoce como precriterios de política económica, aunque oficialmente es un documento que se entrega como una obligación contenida en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria artículo 42, fracción I. Este año correspondió su envío al Congreso de la Unión el pasado viernes. En esa edición se anuncia la posibilidad, entre otras medidas, de ajustar el presupuesto en 175 mil millones de pesos para el año entrante.

Ayer, Videgaray Caso precisó que no se trata de una propuesta de presupuesto, aunque lo que sí buscan los precriterios es mandar un mensaje muy claro, un mensaje de responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas y que el gobierno de la República habrá de cumplir con las metas prestablecidas de reducción del déficit y de reducción de la deuda pública.

Luego, interrogado sobre el efecto de las restricciones presupuestales en el proyecto de ampliación del Metro a Chalco, Videgaray Caso dijo tajante que no se entregarán recursos federales para su construcción. Lo que se está haciendo con el jefe del gobierno capitalino, dijo, es buscar otras fuentes de financiamiento como la banca de desarrollo, crédito de agencias internacionales o incluso la emisión de instrumentos bursátiles.

La deuda más alta en 16 años

Tras conocer los precriterios de política económica 2017, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) consideró que es imperativo reducir la deuda de forma más contundente, puesto que ya supera 48 por ciento del producto interno bruto (PIB), que representa el nivel más elevado desde hace 16 años.

El presidente del consejo, Juan Pablo Castañón, destacó que si bien el documento esboza un esfuerzo importante para fortalecer las finanzas públicas, es momento de enfocarse en tres prioridades en la política económica: deuda, déficit primario y gasto.

Consideró que la reducción de la deuda debe ser más decidida, pues en los primeros cinco años del sexenio habrá aumentado en casi 4 billones de pesos, que equivale a 85 por ciento del presupuesto para 2016.

En lo referente al déficit primario, estimó que es fundamental regresar a un balance primario del sector público y destacó que el planteamiento de un superávit primario de 0.2 por ciento, después de siete años con saldos negativos, es alentador para el sector empresarial. Pero hoy se mantiene un déficit de 0.5 por ciento del PIB, más de 100 mil millones de pesos, lo cual implica que el país se sigue endeudando al pagar intereses de la deuda acumulada, explicó.

En cuanto al gasto público, sugirió realizar una profunda reingeniería estructural.