Opinión
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México SA

SAT: lento, pero seguro

En un año, dos destapes

Swissleak-Panama papers

E

n esta ocasión –la segunda en cerca de 14 meses– el Sistema de Administración Tributaria (el temido SAT) reaccionó mediáticamente a tiempo. No cabe duda que aprendió del mazazo recibido en febrero de 2015, cuando un grupo de acaudalados mexicanos (parte de las famiglias autóctonas de siempre) aparecieron como propietarios de jugosas cuentas bancarias en Suiza con fines de evasión fiscal, y el organismo dependiente de la Secretaría de Hacienda guardó sepulcral silencio.

Ahora, en abril de 2016 al SAT casi lo vuelven a agarrar con los dedos en la puerta, con el escándalo de los denominados Panama papers, una versión ampliada del Swissleak de febrero de 2015, donde la batuta la llevó el banco HSBC. Sin embargo, su jefe, Aristóteles Núñez, rápidamente tomó el micrófono y explicó que tres son las razones que llevan a los felices propietarios de cuantiosos recursos (bien o mal habidos, que es lo de menos) a depositarlos en paraísos fiscales: a) proteger sus activos; b) proteger su confidencialidad y c) evadir al fisco. Hasta allí todo más o menos bien, pero el jefe del SAT se fue de largo al decir que es común que los mexicanos tengan sus inversiones en el extranjero (¿en serio? ¿Los mexicanos, así nada más?).

Las dos primeras no son ilegales, dice Núñez, por lo que la tercera razón es la que fundamentaría el trasiego de dinero de México a los paraísos fiscales existentes en el planeta. Entonces, obvio es que si mantienen sus dineros allí es, precisamente, para evadir el pago de impuestos y borrar todo rastro de sus componendas.

Tras divulgarse los Papeles de Panamá y conocer que empresarios mexicanos forman parte del enjuague (entre ellos el favorito del inquilino de Los Pinos, Juan Armando Hinojosa, el de la Casa Blanca de EPN y La Gaviota y la de Videgaray en Malinalco) el jefe del SAT informó que el organismo a su cargo inició una investigación para dejar en claro quién sí y quién no evadió al fisco. Bien, pero el problema es que cuando estalló el escándalo por el Swissleak, en febrero de 2015, Aristóteles Núñez anunció una investigación para lo mismo, y es la hora en que no se conocen los resultados, amén de que ninguno de los involucrados ha sido tocado con el pétalo de un impuesto.

Entonces, ¿cuánto tardaría el SAT en encontrarle la cuadratura al círculo y documentar quién sí y quién no pagó los impuestos de ley? Este organismo forma parte de la estructura de la Secretaría de Hacienda, dependencia que entre sus áreas especializadas cuenta con la de Inteligencia Financiera, oficialmente responsable de seguir el camino del dinero y los negocios ilícitos. Sin embargo, no ha localizado un solo peso del crimen organizado. Cuando menos eso es lo que parece, porque el negocio del narcotráfico se mantiene boyante, al igual que el de otras actividades ilegales y Hacienda nunca encuentra un solo peso.

Bien lo denunció ayer una diputada: la señal de alarma se enciende en el SAT cuando un depósito en efectivo sobrepasa los 15 mil pesos o un cheque excede ciertos montos, pero en las narices de ese organismo y en la de Inteligencia Financiera se trasladan más de 100 millones de dólares de un solo empresario (Hinojosa), ¿y nadie lo registra? (versión oficial).

El excelente trabajo realizado por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung y los integrantes del Consorcio Internacional del Periodistas de Investigación (ICIJ) embarró a mandatarios, políticos, empresarios, deportistas e integrantes de la farándula. Y su publicación de inmediato generó consenso, porque todos los denunciados y balconeados de inmediato se lavaron las manos y negaron la veracidad de la información (Salinas Pliego, Angoitia, Hinojosa, Emilio Lozoya; sólo falta Caro Quintero). Pero que tiemblen, porque el SAT investigará –como en el caso del Swissleak–, aunque después del niño ahogado, como siempre.

Año tras año los informes de la Auditoría Superior de la Federación están plagados de denuncias documentadas sobre evasión al fisco, cancelación de créditos fiscales a las empresas de siempre, voluminoso regreso de impuestos a los empresarios de siempre, entre otras tantas gracias asociadas a este tema, lo que confirma –por si hubiera duda– que uno de los grandes filones para amasar jugosas fortunas en el país es, precisamente, el asunto tributario. El otro, son los bienes de la nación.

Resultaría ocioso, porque encontrarían todos los nombres en todas las transas de cuando menos los últimos 30 años, pero revisen la historia de los rescates, los saneamientos (Fobaproa), los subsidios cambiarios (Ficorca), la privatización de empresas del Estado y demás, y siempre aparecerán, de una suerte u otra, los mismos empresarios y/o sus familiares que ahora aparecen en los Papeles de Panamá, Swissleak y los que se acumulen.

Como resumió La Jornada, en tales documentos aparecen los nombres de Amado Yáñez Osuna, Martín Díaz Álvarez y los hermanos Óscar y Francisco Javier Rodríguez Borgio, socios de Oceanografía, empresa favorecida con contratos millonarios por Pemex; Martín Díaz, sobrino del ex secretario de Hacienda Francisco Gil; Emilio Lozoya Austin, ex director de la petrolera durante la primera mitad de la administración peñanietista.

También, la empresa Altos Hornos de México, de Alonso Ancira; Ricardo Salinas Pliego, presidente de Tv Azteca, Banco Azteca y Fundación Azteca; Guillermo Cañedo White, ex ejecutivo de Televisa y vicepresidente de la Concacaf. Celebridades vinculadas a la política tampoco se quedaron fuera, pues la actriz Edith González Fuentes (ex de Santiago Creel) que está casada con Lorenzo Lazo Margain, director jurídico del despacho Alemán Velasco y Asociados, que pertenece a Miguel Alemán Velasco, y los bancos también –en el caso mexicano– Santander Private Banking, HSBC Private Banking, Credit Suisse First Boston y la calificadora Merril Lynch tuvieron presencia. Pero ninguno acepta responsabilidad alguna.

En Panamá están representados alrededor de una centena de bancos trasnacionales que aprovechan la legislación financiera de esa nación para hacer todo tipo de enjuagues, comenzando por la evasión fiscal. Pero, ¡sorpresa!, nadie acepta la responsabilidad. Y así será hasta el nuevo escándalo.

Las rebanadas del pastel

Hoy arranca el experimento de Miguel Angel Mancera, y a ver quién es el guapo que puede atender la explosiva sobredemanda de transporte público, en una ciudad que en la que éste, de por sí, es un desastre… Y ya entrados en gastos, hoy le ponemos la velita número 15 al pastel de México SA. Gracias por su apoyo.

Twitter: @cafevega