Después de una larga trayectoria como jugador en el primer circuito, Alfonso Sosa ve la otra cara de la moneda en la Liga de Ascenso, ahora como técnico.

En primera división viajas en avión y te hospedas en hoteles de cinco entrellas, y en el ascenso vas en autobús y te quedas en albergues de tres. De repente es algo que vale la pena porque recuerdas cómo fueron tus inicios en el futbol, pero el problema es que algunos no se acostumbran y por eso se retiran pronto cuando dejan la primera, señaló el actual entrenador del Necaxa.

Admitió que, en su caso, no tiene ningún problema en adaptarse a lo que algunos consideran incomodidades al jugar en la Liga de Ascenso.

Como mediocampista Sosa jugó de 1985 a 2004 en los equipos Universidad de Guadalajara, Puebla, León, Monterrey, Cruz Azul, Pachuca y Querétaro, mientras de timonel en este torneo recibió la oportunidad de dirigir a los Rayos, luego de ascender y descender con los Leones Negros.

Esta carrera es de picar piedra todo el tiempo, la vas construyendo de cero y en esas andamos, dijo, y se mostró orgulloso de la victoria del Necaxa sobre Cruz Azul, porque eso demuestra que en el ascenso hay carencias, pero el futbol es de buen nivel.

Aceptó que en la categoría que actualmente milita se corre más, el juego es más ríspido y hay más carencias técnicas, pero la distancia con los del máximo circuito no es tanta y eso les permitió sorprender a La Máquina en su propia casa.

Muchos nos daban por muertos ante los Cementeros, pero sabíamos de nuestra capacidad, dijo Sosa, y agregó que su escuadra se motivó aún más al observar la gran cantidad de seguidores que asistió al estadio Azul.