Su esposa y dos hijos fueron asesinados por el robo de un cargamento de droga
Domingo 10 de abril de 2016, p. 13
Luego de 21 años, Héctor Luis El Güero Palma Salazar recuperará su libertad. Es el capo con el cual, a finales de los años 80 del siglo XX, los narcos sinaloenses rompieron una de sus principales reglas: la familia era intocable.
La esposa y los dos hijos de Palma fueron asesinados en venganza por el robo de un cargamento de cocaína a quien entonces era llamado El Padrino del narcotráfico en México, Miguel Ángel Félix Gallardo.
Guadalupe Leija murió decapitada en 1988 en su domicilio de San Francisco, California. La cabeza de la mujer fue enviada en una hielera con un mensaje a El Güero Palma.
Poco después, Natalie, de cuatro años, y Héctor, de cinco, fueron encontrados muertos en una barranca de 150 metros de profundidad en las cercanías de Caracas, Venezuela, donde los menores habían sido confiados al cuidado de una pariente de Guadalupe Leija.
A pesar de ello, en tan sólo cinco años –entre 1989 y 1993– Palma consolidó, junto con Joaquín El Chapo Guzmán Loera, el cártel de Sinaloa, actualmente la organización más poderosa del narcotráfico en nuestro país.
Palma solamente estuvo libre hasta 1995, pero antes de ser encarcelado también cobró venganza y asesinó a familiares de quien mató a su mujer y sus dos hijos, el narcotraficante venezolano Rafael Clavel.
El Güero comenzó en el narcotráfico como sicario en el entonces conocido cártel de Guadalajara, bajo las órdenes de Félix Gallardo, donde se vinculó con El Chapo Guzmán.
En 1989 fue detenido El Padrino y surgieron entonces los cárteles de los hermanos Arellano Félix, el de Sinaloa y el de Juárez.
Con los Arellano Félix, cuya organización también fue conocida como el cártel del Pacífico, sostuvieron una rivalidad que llevó a la detención de los líderes del cártel de Sinaloa. Sus disputas generaron una balacera dentro de la discoteca Christine, en Puerto Vallarta, el 8 de noviembre de 1992, y posteriormente, durante una de sus confrontaciones, asesinaron al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, el 24 de mayo de 1993.
Sobre todo la muerte del prelado ocasionó que Guzmán Loera fuera detenido por primera vez, por lo cual Palma quedó de líder único del cártel de Sinaloa. Durante dos años mantuvo el control del grupo mientras El Chapo estaba preso en el entonces penal federal de Almoloya de Juárez.
El cártel de Sinaloa se convirtió en uno de los mayores grupos criminales de México, incluso, a Palma se le señala como responsable de haber ordenado el asesinato de la defensora de derechos humanos Norma Corona Sapién, en mayo de 1990, en la ciudad de Culiacán.
Lo identificaron por su pistola
En contra de El Güero se libraron nueve órdenes de aprehensión; era uno de los hombres más buscados por las autoridades de México y Estados Unidos.
En 1995, Palma viajaba a una fiesta a Ciudad Obregón, Sonora, a bordo de un jet ejecutivo. La nave se accidentó. El Güero iba vestido con el uniforme de la Policía Judicial Federal y los soldados que lo detuvieron lo reconocieron por la pistola que portaba: un arma adornada con una palma y cachas de oro y esmeraldas.
El Güero fue sentenciado en México; pasó casi 11 años en cárceles nacionales y en abril de 2007 fue extraditado a Estados Unidos. Tras ser sentenciado a 16 años negoció una reducción de la pena y el traslado de una prisión de máxima seguridad a una de mediana seguridad.
En junio próximo será liberado. Durante una audiencia en Estados Unidos se declaró culpable y arrepentido
de haber traficado drogas a ese país. Una vez que quede en libertad ya no enfrentará ningún proceso.