Los Ángeles.

A Kobe Bryant le queda una última oportunidad de disparar. Y todos saben que la aprovechará.

Después de asombrar al mundo durante dos décadas, el basquetbolista pondrá el cerrojo a su carrera este miércoles, cuando los Lakers de Los Ángeles sean anfitriones de los Jazz de Utah en su último partido de la campaña, partido mediático que ha disparado la reventa de entradas a un promedio de 971 dólares.

El astro jugará por última vez ante sus seguidores en el inmueble donde ayudó a conseguir cinco gallardetes de campeón.

El escolta se retira a sus 37 años como el tercer máximo anotador en la historia de la NBA. Nadie pudo pasar 20 temporadas con un equipo de la liga estadunidense antes que Bryant, quien quiere agradecer a Los Ángeles con una última muestra de su talento.

Terminar la carrera en casa significa todo para mí. Crecí siendo un fanático de los Lakers, así que se convirtió en realidad el sueño de un niño que quería jugar para su equipo favorito. He visto a esta ciudad crecer y desarrollarse, y viceversa, comentó Bryant.

He estado frente a esta multitud desde los 17 años. Muchos rostros que vi en el público durante mi primer partido siguen aquí. Eso es especial. Hay personas que estaban en la niñez cuando debuté acá y ahora vienen con sus hijos. Es estupendo ver esto, agregó.

Atletas patrocinados por Nike en todo el mundo usarán zapatos con los que rendirán homenaje a Bryant, en lo que se ha bautizado como Día de la Mamba.

Los Lakers intentarán despedir a Bryant con dignidad, enfrentando a Utah, que podría estar eliminado de los playoffs poco antes del saque inicial.

La quinteta de Los Ángeles está fuera de la postemporada desde hace meses, en una campaña que quedaría para el olvido si no fuera por el adiós a su figura. Con foja de 16-65, éstos son los peores Lakers de la historia.

Bryant se convirtió en una de las más grandes leyendas en la historia de la NBA por sus jugadas geniales y récords de todo tipo, siempre con los Lakers, y lo hizo enfrentando el dolor, dudas y la controversia que generó por su carácter supercompetitivo.

Bryant dejará la duela después de múltiples lesiones y un mal comienzo de la temporada 2015-2016Foto Ap

Mermado por la edad y numerosas lesiones, Bryant se retira con dos títulos olímpicos con la selección de Estados Unidos y decenas de otros logros, como el tercer lugar en la lista de máximos anotadores de todos los tiempos, sólo por detrás de Kareem Abdul-Jabbar y Karl Malone.

Kobe Bean Bryant nació el 23 de agosto de 1978 en Filadelfia y es el menor de los tres hijos del matrimonio de Joe Bryant y Pamela Cox. Su padre, Joe’Jellybean’ Bryant, quien jugaba para los ’76 de Filadelfia.

A los 13 años sus padres regresaron a Filadelfia, donde Kobe se convirtió en un estrella escolar. Cuatro años más tarde, saltó de la preparatoria a las filas de la NBA. Fue seleccionado en el puesto 13 de talentos de 1996 por Hornets de Charlotte y cambiado dos meses después a los Lakers.

Cuando la era de Michael Jordan terminó en Chicago, el entrenador que llevó a los Toros a seis títulos, Phil Jackson, se unió a los Lakers y poco después llegó Shaquille O’Neal, para formar con Kobe uno de los tándems más productivos en la NBA. Con esta dupla, el cuadro angelino conquistó tres coronas en fila (2000 a 2002).

Tras la partida de O’Neal, en parte por roces con el egocéntrico carácter de Bryant, los Lakers se quedaron al garete hasta la llegada del español Pau Gasol, en la campaña 2007-2008. Con el catalán, Kobe tuvo una rápida conexión y llevaron a Los Ángeles a sus otros dos anillos (2009 y 2010).

Bryant, que se casó con su esposa Vanessa en 2001, enfrentó su momento más oscuro en 2003, cuando fue detenido en Colorado acusado de asalto sexual a una joven de 19 años de edad, empleada del hotel donde él se alojaba mientras se recuperaba de una cirugía de rodilla.

Kobe admitió la relación extramatrimonial, pero dijo que fue consensual, aunque eso fue suficiente para arruinar su imagen, que le hizo perder millones de dólares en patrocinio comercial.

Después de múltiples lesiones y un mal comienzo de la temporada 2015-2016, Bryant decidió que era suficiente: Mi cuerpo sabe que es hora de decir adiós.