El gobierno federal terminó anoche el borrador de la nueva norma de verificación de emisiones de gases de los automóviles de combustión en el valle de México, que consistirá en la revisión directa a las computadoras de los vehículos para determinar si los convertidores catalíticos funcionan, informó el subsecretario de Planeación y de Medio Ambiente, Rodolfo Lacy Tamayo.

Después de una reunión con la Comisión de Cambio Climático de la Cámara de Diputados, el funcionario explicó que las disposiciones están por presentarse y sólo se espera el estudio de impacto regulatorio de la Secretaría de Economía sobre la norma emergente, que deberá comenzar a aplicarse en el segundo semestre.

Explicó que cada dispositivo para medir el estado de los convertidores tendrá un costo de entre 50 y 150 dólares, por lo que no representará un gran costo para los verificentros. Si acaso, dijo, el mayor desembolso será en el software.

Antes, en el Senado, el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano, informó que a partir de la norma se diseñará un nuevo programa Hoy no circula para que los autos que contaminen menos puedan circular en función del nivel de emisiones. Asimismo, informó que se analiza si con las medidas nuevas se baja el costo de la verificación.

Lo anterior, precisó, “no quiere decir que vamos a tener un Hoy no circula parejo y permanente, como el que tenemos hoy día por la contingencia. Esto quiere decir que los vehículos que contaminan poco la puedan pasar y los que contaminan mucho no haya forma de que la pasen”.

Sostuvo que el programa Hoy no circula permanente nunca ha sido una opción que haya sido analizada en la Comisión Ambiental de la Megalópolis, porque sería una medida contraproducente, porque la gente compraría más coches.

En la Asamblea Legislativa, la secretaria de Medio Ambiente, Tanya Müller, informó que de acuerdo con el Inventario de emisiones contaminantes de la zona metropolitana del valle de México (ZMVM), la entidad mexiquense es la que más contaminantes arroja.

“Las emisiones totales de bióxido de carbono (CO₂) en el estado de México ascienden a 33 millones de toneladas al año, mientras en la Ciudad de México son 18 millones; de ahí la importancia de que haya una coordinación regional y se haya incorporado a las otras entidades de la Megalóplis (Morelos, Tlaxcala, Hidalgo y Puebla), pues la contaminación no conoce fronteras”.

Ante la Comisión de Gobierno indicó que en la ZMVM se tienen 2 mil industrias que afectan la calidad del aire, de las cuales 350 se ubican en la ciudad. Asimismo, comprende 16 delegaciones, donde habitan 8.8 millones de personas, y 59 municipios del estado de México, donde viven 13.2 millones de personas, todo lo cual tiene una relación directa con las emisiones.

Sin embargo, la fuente más importante de emisiones proviene de los autos particulares, que constituyen 80 por ciento del parque vehicular que se mueve en la zona. Por eso las medidas que se toman, porque sabemos que la fuente directa más importante de emisiones de ozono provienen del parque vehicular privado, insistió.

Explicó que durante todo el año la predominancia de los vientos es de norte a sur; por eso es necesario trabajar de manera integral y regional con la megalópolis, porque la contaminación no conoce fronteras y la región montañosa que tenemos al sur la ciudad restringe la circulación y genera una zona de convergencia al sur de la capital, situación que se agrava con la presencia de la luz solar.

Respecto del impacto de las marchas y manifestaciones, afirmó que no son una fuente directa de contaminación, sino un factor respecto del cual la secretaría a su cargo desarolla un modelo para hacer esta estimación.

Sobre la tala de árboles, señaló que en lo que va de la presente administración la dependencia a su cargo ha autorizado el retiro de 18 mil 900, aunque afirmó que todos han tenido su acciones de compensación y mitigación, aunque dijo no tener en ese momento cuántos árboles retirados ya fueron sustituidos por otros.