La inyección de liquidez por 73 mil 500 millones de pesos para el pago a proveedores y contratistas, así como para pensiones y jubilaciones, es insuficiente para cubrir los costos y gastos de Petróleos Mexicanos (Pemex), aseguraron especialistas en materia petrolera.

Ramón Carlos Torres Flores, investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, afirmó que la decisión de lanzar un rescate para Pemex es una respuesta a las calificadoras de valores, que han rebajado la calidad crediticia de la petrolera y del gobierno de México a causa del manejo de la deuda y del déficit.

En entrevista aseveró que, adicionalmente, hay presiones de los inversionistas internacionales, particularmente los ahorradores estadunidenses, que han adquirido deuda de Pemex.

Torres Flores, ex gerente de promoción industrial de Pemex, explicó que los estados financieros de la petrolera revelan que sus resultados son muy adversos, pues por cada dos dólares de activos tiene tres de pasivos con un patrimonio negativo.

“Hay preocupación de las autoridades hacendarias, que son las que han tomado esta decisión, en torno a las calificaciones tan adversas de las agencias calificadoras, y hay necesidad de reaccionar ante ello.

En segundo lugar, hay problemas muy puntuales con proveedores que están haciendo una verdadera crisis nacional, y aunque se han tomado medidas para atender a los chicos, faltan todavía los jugadores grandes. El monto del compromiso que tiene Pemex es muy grande y esto está poniendo en trance la precaria situación de muchas industrias y empresas nacionales.

Y tercero, “Pemex tendrá que presentar su informe a la Comisión de Valores de Estados Unidos, que es la agencia que vigila que se cumplan ciertos requisitos ante los ahorradores norteamericanos que tienen puestos sus recursos en títulos financieros de Pemex.

Esto se traduce en medidas como dotar de mayor liquidez a través de un bono o documento que se va hacer líquido y aparte le da un aporte patrimonial a la empresa. Eso suma 73 mil 500 millones de pesos, lo cual es un alivio. Por supuesto que es poco, ante un patrimonio negativo de Pemex de un billón de pesos.

Otro anuncio es que se están tomando acciones para disminuir la carga fiscal a Pemex a través de una corrección de un desliz gravísimo que hicieron los legisladores, al imponerle una base gravable para fines de pago de impuestos que es muy alta, y puede deducir muy poco con respecto a lo que gasta, es decir, 11 por ciento para este año del precio del petróleo.

Antes este valor estaba en unidades monetarias en dólares por barril, que era de 6.50 dólares por unidad, y lo que se hace ahora es de porcentaje, con lo que se va a disminuir el pago impuestos de Pemex en 50 mil millones de pesos. Esta es una oportunidad para que el Congreso equipare la deducibilidad de acuerdo con la que se le permite a los privados.

Por su parte, Fluvio Ruiz, ex consejero profesional independiente de Pemex, consideró que ahora se pone de manifiesto la necesidad de una verdadera reforma fiscal profunda, progresiva que evite lo que venimos haciendo desde hace 35 años, en donde reformas van y vienen, pero baja el precio del crudo y hay recorte presupuestal y eso no ha variado desde 1981. Por otro lado, tenemos que pensar seriamente en qué hacer con nuestra industria, planteó.

Ruiz Alarcón señaló que para entender las dificultades de Pemex se debe recordar que entre 1993 y 2014 la petrolera entregó al fisco el 110 por ciento de su remanente de operación, lo cual eso no lo hubiera aguantado ni el gigante petrolero Exxon.

Sobre el supuesto apoyo de Hacienda a Pemex lo que podemos llamar dinero fresco son 26 mil millones de pesos, porque los 47 mil millones de pesos son producto de los ajustes en el régimen de pensiones que hizo Pemex y que le tocaban asumir al Estado. Además, esta cantidad es la mitad de lo que Hacienda tomó en forma de aprovechamiento el 28 de diciembre de 2014 y que fue de 50 mil millones de pesos, cuando ya las finanzas de Pemex estaban en una posición muy frágil.

Por otro lado, afirmó que el régimen fiscal es más benigno para las empresas petroleras privadas, pues se les permite deducir hasta 60 por ciento de sus costos en inversiones, mientras a Pemex se le permitirá deducir este año apenas 11.075, límite muy bajo que a un precio de 30 dólares por barril es de sólo 3.30 dólares, lo que evidencia una asimetría muy grande.

Para los empresarios, Pemex debe hacer mayor esfuerzo

Petróleos Mexicanos tiene que hacer un mayor esfuerzo, afirmó el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, al referirse al rescate financiero que recibirá la petrolera por parte del gobierno.

Pemex no debe tener un cheque en blanco, agregó el líder patronal, luego de considerar que el dinero destinado a resolver sus problemas de liquidez es para cambiar a la institución y hacer de ella una empresa productiva para el Estado.

De Hoyos estimó que la nueva dirección ha mostrado avances, pero tiene que demostrar al país que están comprometidos con la austeridad, con ser una empresa productiva.

(Alejandro Alegría)