Pobladores aún requieren apoyo de la Federación para el cuidado de bosques
Hace 5 años se enfrentaron a la delincuencia organizada que saqueaba recursos naturales
Domingo 17 de abril de 2016, p. 23
Morelia, Mich.
Este fin de semana el pueblo de Cherán conmemoró un lustro del enfrentamiento con la delincuencia organizada –la cual había devastado bosques–; desconoció y desterró a las autoridades municipales que facilitaban el saqueo de madera, formó su gobierno por usos y costumbres y se convirtió en ejemplo para otros pueblos de la Meseta purépecha.
Desde 2006, la delincuencia organizada había saqueado más de 15 mil hectáreas de bosque. A decir de las autoridades indígenas, durante esas acciones contra la delincuencia, por lo menos 20 comuneros murieron.
Los talamontes bajaban de la sierra con camionetas repletas de madera. Era común que nadie les dijera algo porque se sentían protegidos por los policías municipales, aun cuando todo mundo se daba cuenta, pues obligadamente tenían que pasar a un costado del pueblo.
Pero ese 15 de abril de 2011 los comuneros bloquearon el paso; los delincuentes descendieron de sus vehículos y comenzaron a dispararles.
Los cheranenses prendieron fuego a los dos vehículos. Al ver que estaban decididos a frenarlos, los talamontes huyeron hacia el bosque bajo una lluvia de piedras y palos que sus perseguidores lanzaban.
El día del enfrentamiento un poblador murió y otro quedó inválido de por vida. José Nicanor repartía leche cuando una bala perdida le dio en la cabeza. Estuvo internado en el hospital Civil de Morelia más de cinco meses. Finalmente se recuperó, pero no puede desempeñar ningún trabajo por las secuelas de las lesiones. Sus padres, esposa y tres hijos dependían de él.
Diez meses después, en febrero de 2012, reunido en asamblea, el pueblo eligió a sus autoridades por el principio de usos y costumbres y a la fecha mantiene esta forma de democracia, aunque al menos 25 por ciento de la población apoya que se efectúe una elección constitucional.
No fue sencillo superar obstáculos para que las instituciones gubernamentales reconocieran la práctica de usos y costumbres en la designación de sus autoridades; ni tampoco fue fácil convencer a los compañeros que se oponían a la integración de un gobierno indígena.
Desde entonces, rememoró José Trinidad Ramírez, quien fue parte del concejo mayor, la situación cambió radicalmente, la seguridad está garantizada en Cherán, donde habitan aproximadamente 16 mil personas, pero los bosques no los podemos cuidar y es donde se requiere apoyo de la Federación
.
El gobierno de usos y costumbres permitió recuperar la seguridad; los habitantes han sido capaces de manejar las finanzas y mantenerlas sanas, además de preservar la unidad en la administración comunal, añade Trinidad Ramírez.
Actualmente, al menos 30 comunidades de la Meseta purépecha pretenden seguir los pasos de Cherán, aunque se encuentran bajo otras circunstancias.
El concejero Pedro Chávez Sánchez afirmó que para mantener la seguridad en esa comunidad tuvieron que prender decenas de fogatas en casi todas las esquinas del pueblo y bloquear los accesos a Cherán para evitar los ataques de la delincuencia organizada.
A la fecha mantienen retenes en las salidas a Paracho, Charapan y Nahuatzen.
Explicó que rechazaron el mando único que propuso el gobierno estatal porque la policía comunitaria que se tiene ahora les ofrece más confianza.
No obstante, el concejero está de acuerdo con que el gobierno atienda el cuidado de bosques y los límites con otros pueblos.