De 1990 a la fecha, la contaminación del aire en la Ciudad de México disminuyó de 400 a 155 puntos Imeca, según estadísticas de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) capitalina, la cual afirmó que la actual emergencia ambiental se debe en parte a que en los pasados 25 años se han hecho más estrictos los niveles con los que se decreta la fase de contingencia, que de 250 puntos Imeca se redujeron a 150 hoy día.

En el documento Calidad del Aire CDMX 2016, la dependencia afirma que los precursores de la contaminación ambiental han decrecido de manera importante en este periodo como el dióxido de azufre, en 92 por ciento, que de un promedio anual de 54.7 partes por billón (ppb) actualmente bajó de 4.39 en 2015.

En ese mismo sentido, la concentración de monóxido de carbono ha disminuido en 88 por ciento, al pasar de 5.87 partes por millón a 0.72, mientras que las partículas suspendidas menores a 10 milésimas de milímetros, conocidas por pm10, han bajado 73 por ciento, de 156 micrómetros por metro cúbico a 42; en tanto, la concentración promedio anual de ozono se ha reducido en 35 por ciento, al ir de 43.4 ppb a 28.

Lo anterior, agrega la secretaría, se debe a distintas acciones que se han implementado a lo largo de estos años, como reducción de azufre en los combustibles, reforestación de la ciudad, aplicación del programa de verificación vehicular, el remplazo de autos viejos por unidades con motores más eficientes y uso de convertidor catalítico en los mismos.

Mejorar políticas públicas

Por otro lado, la dependencia señala que el Programa Contingencias Ambientales Atmosféricas se ha ido modificado en cuanto a los límites del índice contaminación para declarar una contingencia ambiental por ozono.

Así, en 1989 esto ocurría al llegar a 250 puntos Imeca; en 1998 se redujo a 241 y así hasta en cuatro ocasiones más hasta llegar a los 150 puntos Imeca declarados a principios de este mes.

Para la titular de la dependencia, Tanya Müller García, lo anterior es positivo porque obliga al gobierno a mejorar su política pública encaminada a continuar reduciendo la concentración de contaminantes.