Martes 19 de abril de 2016, p. 21
Washington
La Suprema Corte de Estados Unidos parecía estar muy dividida el lunes al evaluar si debería reactivar el plan del presidente Barack Obama para impedir la deportación de unos 4 millones de inmigrantes ilegales, lo que aumentaba la posibilidad de un empate de los ocho magistrados (4 a 4) que bloquearía el programa.
Al grito de Si se puede
, centenares de manifestantes y familias de inmigrantes con pancartas con forma de corazón y acompañados de música de mariachis, se apostaron ante las escalinatas de la corte a la espera del veredicto.
Basados en preguntas formuladas durante el argumento oral de 90 minutos en un caso que pone a prueba los límites de los poderes presidenciales, los cuatro jueces liberales de la Suprema Corte parecían dispuestos a respaldar a Obama, mientras que los cuatro conservadores estaban más escépticos.
Texas y otros 25 estados presentaron una demanda para bloquear la acción ejecutiva unilateral emitida por el presidente demócrata en 2014 que evadió al Congreso, liderado por republicanos, ya que afirman que Obama excedió el mandato establecido por la Constitución estadunidense.
Cortes de menor jerarquía dieron la razón a los estados y descartaron el programa de Obama el año pasado.