Brasilia.

El Supremo Tribunal Federal (STF) postergó este miércoles la decisión acerca del bloqueo que impide al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva asumir como ministro del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, en un nuevo golpe para la mandataria que lucha por evitar su destitución.

Por mayoría la corte decidió postergar la decisión, declaró el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Ricardo Lewandowski, después de que un magistrado pidió que todos los recursos recibidos sobre el mismo caso fueran tratados posteriormente en una sola sesión.

El tribunal no fijó una nueva fecha para deliberar sobre el caso.

Lula, figura emblemática de la izquierda y padre del milagro socioeconómico brasileño de la década pasada, fue nombrado el 16 de marzo ministro jefe de la Casa Civil –una suerte de jefatura de gabinete– para intentar salvar a Rousseff de un proceso de destitución que en ese momento estaba en ciernes en la Cámara de Diputados, finalmente aprobado este domingo y enviado al Senado.

Pero poco después un juez del STF dejó en suspenso la asunción, por sospechar que se trataba de un subterfugio para entorpecer una causa de la justicia ordinaria que investigaba si Lula se benefició de la trama de corrupción de Petrobras y protegerlo con fueros privilegiados de un potencial pedido de detención.

Con la postergación adoptada por el STF este miércoles, la eventual habilitación de Lula para asumir podría llegar demasiado tarde.

El ex presidente (2003-2010) debía incorporarse al gobierno de Rousseff armado de su carisma y talento negociador para batallar contra el proceso de destitución.

El impeachment ya obtuvo luz verde en la cámara baja, y si es ratificado a mediados de mayo por el Senado separaría transitoriamente a Rousseff de la presidencia, a la espera de una sentencia definitiva.

En ese caso, su ex aliado y ahora rival, el vicepresidente Michel Temer, asumiría el poder inmediatamente.

La decisión del STF se conoció en momentos en que una encuesta de Datafolha encontró que Lula ganaría como candidato del Partido de los Trabajadores (PT) la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2018 con 21 por ciento de los votos, seguido por la ecologista Marina Silva (19 por ciento) y del líder de la oposición de centro-derecha, Aécio Neves (17 por ciento), derrotado estrechamente por Rousseff en 2014; Temer obtendría entre 1 y 2 por ciento.

Tiene mucho carisma y encabezó un gobierno muy popular con altísimo índice de aprobación, pero no creo que vuelva a ganar una elección, afirmó Sergio Praça, analista político de la Fundación Getulio Vargas.

Si todo sigue como hasta ahora, un gobierno de Temer será impopular por las duras medidas económicas que tendría que tomar. Y ahí el PT aún puede tener una pequeña oportunidad, agregó.