Iniciada como banda independiente, la madurez y claridad de los integrantes de Reyno sobre su proyecto ha permitido que los tres años (que el dueto tiene sobre los escenarios) sean veloces, periodo en el que no sólo han publicado dos discos, sino en el que llegarán hoy, por segunda ocasión, al Festival Vive Latino.

“En un mundo como el de hoy, todos podemos buscar una oportunidad, pararte en la disquera que quieras con una guitarra y decirles ‘valgo la pena’”, expresó el baterista Pablo Cantú en entrevista telefónica con La Jornada. “El punto es si, más allá de tu talento, tienes una idea clara y un esquema de trabajo que te va a permitir satisfacer las expectativas de esa gente para no quemarte.

“Lo que nos hace avanzar es ciento por ciento la sed artística, mantener vigentes nuestras inquietudes con nuevo material y salir de nuestra zona de confort; la gente, afortunadamente, ha sentido una empatía con nuestra manera de trabajar. Desde un principio, el camino de Reyno –integrado también por Christian Jean, en voz y guitarra– fue buscar nuestra autenticidad”, indicó.

Pablo Cantú cuenta que en 2012, cuando surgió el grupo, León Larregui conoció su proyecto: “Creo que notó cierta madurez (necesaria) para abrir sus conciertos. Tuvimos la suerte de ser reconocidos por artistas de esa talla –Hello Seahorse!, Enjambre, Zoé. En cuanto a nuestra preparación, compartimos un público y estuvimos a la altura”, lo que se tradujo en que los seguidores de esas bandas dieran una oportunidad a Cantú y Jean, quienes promovían su álbum debut, Viaje por lo eterno (2014), material con sonido roquero que a la vez se balanceaba con suaves melodías, del que se desprendieron los sencillos Dos mundos y Amarrado.

En la gira al lado de Larregui, Reyno firmó contrato con una disquera multinacional, bajo el subsello discográfico de Zoé, Panoram, con el cual lanzaron en septiembre pasado su segundo material de estudio, Dualidad, del que surgen los sencillos Fluye y Fórmula.

Sin fórmulas ni autoplagios

El baterista comenta que “en la parte musical tenemos absoluta apertura; la línea que tratamos de seguir es la de no repetirnos, por lo menos no con tres años de carrera, ni tratar de agarrar una fórmula y dar atole con el dedo a la gente, sino demostrar que estamos en una búsqueda, porque eso también –incluso en el sentido comercial– genera empatía”.

Este nuevo disco debutó en primer lugar en ventas físicas y digitales, lo cual fue muy alentador. Teníamos un montón de nervios, porque el otro fue lanzado en el contexto de la gira con Zoé, cayó en blandito, y éste salió un poco en medio de la nada, relató Cantú, para quien las redes sociales contribuyeron a obtener ese resultado, ya que tienen “poder para darte a conocer; ya no dependes de hacer 10 mil portadas, de payolazos ni de un montón de cosas que se han dado históricamente en esta industria”.

El dueto regresa hoy al Vive Latino, foro que, para el baterista, debe ser aprovechado, como muchos otros, con el fin de dar el lugar que se merece a los artistas nacionales. “A la gente con la que compartiremos escenario –un acierto de la organización– la admiramos un montón”, expresó. Hay varias críticas alrededor del Vive Latino, pero me parece (que es) un momento para valorar lo que se hace aquí e impulsarlo.

Después de su presentación en el foro de la Magdalena Mixhuca, el dueto empezará una gira por la República Mexicana y prevén cerrar el año con un show en el Metropólitan. Cantú adelantó que ya están trabajando en un nuevo material discográfico, que saldría en 2017.