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Crece la tragedia en Pajaritos

Deudos exigen que no cese la búsqueda de los trabajadores desaparecidos

Nos entregaban un cuerpo que a final de cuentas no era de nuestro familiar
Corresponsal y La Jornada Veracruz
Periódico La Jornada
Sábado 23 de abril de 2016, p. 3

Coatzacoalcos, Ver.

La tristeza pintó de gris el día a esta población que participó en los funerales de 12 de las personas que murieron en la explosión de la planta Clorados 3. Hasta las funerarias y las casas de las víctimas llegaban los dolientes para apoyar a los deudos.

En la cabecera municipal se despidió con honores a Fredy Sánchez Lara, que hace apenas un mes había logrado emplearse en la industria química, después de integrar el cuerpo de bomberos municipal, de donde emigró por los bajos salarios.

El día del accidente estaba ayudando a cerrar unas líneas de conducción después de la primera explosión. Salió del área de emergencia, pero regresó por un compañero que estaba colgando de un arnés cuando sobrevino el segundo estallido, que mató a ambos.

En la funeraria sus ex compañeros bomberos montaron guardias de honor frente a su féretro y después, en el camión bomba con que acudía a las contingencias, lo trasladaron al panteón de Lomas de Barrillas.

Mundo Nuevo llora a sus muertos

Teresa Sánchez, madre de Jonathan, de 28 años de edad, relató que cuando escuchó la explosión sintió un dolor muy fuerte en su corazón y supo que su hijo estaba muerto. Intentó comunicarse con él, pero no contestó el teléfono. Ahí inició la búsqueda en hospitales y centros de salud, pero nadie nos daba razón de él, y mi dolor iba creciendo, dijo.

Por eso fue al complejo petroquímico a verificar si se encontraba engtre algunos de los muertos que habían declarado, y rápido lo identificó.

En la villa de Allende, familiares de Miguel Ángel Garduza, uno de los especialistas que laboraban al momento de la explosión, realizaron marchas y un plantón para exigir que encuentren sus restos. Los de Pemex nos estaban entregando el cuerpo, pero otra familia también lo estaba peleando. Finalmente sus placas dentales no correspondieron y nosotros seguimos presionando para que lo encuentren entre los fierros retorcidos, dijo Elizabeth Herrera, su pariente.

Ante la lentitud de las autoridades en la entrega de los cuerpos, familiares y habitantes de Villa Allende realizaron una marcha y bloquearon la avenida principal de esa comunidad para exigir la entrega de los cuerpos.

También se anuncian más movilizaciones de familias que demandan que siga la búsqueda en las instalaciones y no se trate de ocultarlos.

Por redes sociales hay alertas de que los cuerpos han sido movidos a través de la terminal marítima de Pajaritos y, aunque sean falsas, la gente las cree porque al director de Pemex, José Antonio González Anaya, nadie le hace caso a sus cifras.

La desesperación de las familias de los desaparecidos ha sido tal que han exigido revisar todas las unidades que salen del complejo para ver si no están moviendo los cuerpos a otro punto donde puedan desaparecerlos.

En este municipio todas las familias tienen a alguien que trabaja en el complejo, por eso pasan por alto el peligro que corren en sus actividades diarias.

También se sienten tristes por las familias que perdieron a uno de su integrantes, y asumen el dolor de las madres que gritan desesperadas esperando a que se encuentren los restos de sus hijos, afuera de la planta.

Finalmente, trabajadores sobrevivientes bloquearon la entrada principal de Pajaritos para exigir que les sean cubiertos sus salarios y las incapacidades correspondientes.