En rechazo a la pretensión del Partido Acción Nacional (PAN) de dar marcha atrás en la constitución de la Ciudad de México a las reformas en materia de salud aprobadas en 2007, por las cuales se permite la interrupción legal del embarazo, alrededor de un centenar de personas marcharon de la estación Cuauhtémoc del Metro a la sede del blanquiazul en la capital.

Advirtieron que la ultraderecha panista se ha manifestado en ese sentido por conducto de la candidata a la Asamblea Constituyente Cecilia Romero.

Puntualizaron que el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo trasciende el nivel de justicia social, porque antes sólo quienes contaban con buen nivel socioeconómico accedían a prácticas seguras, por lo que, remarcaron, ahora las autoridades de la Ciudad de México están obligadas a garantizar a todas las mujeres, no importando su condición económica, su salud sexual y reproductiva, que no haya retroceso y que este derecho quede plasmado en la constitución local.

El grupo de manifestantes, integrantes del Congreso Popular, Social y Ciudadano del Distrito Federal, caminó por la calle Frontera, la esquina de Durango, con cartulinas de colores fosforescentes en las que se leía: Aborto libre y gratuito y El derecho a decidir no me hace delincuente, entre otras consignas.